Sin ti no puedo vivir

De paseo.

Alex.

Estaba esperando con ansias a Faby, al llegar me sorprendí bastante, un señor la acompañaba, no se veía muy viejo, debía estar por los 30 ó 40 años, se veía amable y tenía la mano en el hombro de Faby con mucha confianza.

- Bueno... Ale, él es mi papá - ¡¿SU PAPÁ?! - papá ella es Alejandra mi... emmm... - la pobre no sabía si decirle o no.

- Soy su mejor amiga, mucho gusto señor - sonreí y estreche su mano.

- Bueno es un gran gusto señorita, Fabiola dijo que sería bueno que nos acompañaras a un pequeño paseo al que quiero llevarla - su sonrisa era amable.

- Bueno será mejor que iniciemos sino tendremos que volver mañana - se adelanto Faby, asentí y entre al auto de su padre.

-¿A dónde vamos? - le pregunte a ella ya en el auto.

-Te va a gustar, es un lugar bastante lindo, iba ahí con mis padres cuando era pequeña - se veía emocionada, no supe como pasó, ahora está su padre aquí con ella, después le preguntaría sobre eso.

 Pasamos un largo rato en el auto, y aparcamos cerca de la entrada a una propiedad en el bosque, nos bajamos y el señor fue a hablar con el dueño de aquella propiedad, mientras Faby sacaba algunas cosas del auto.

-¿Qué es eso? -pregunte al ver todo lo que sacaba.

- Unos cuantos cambios de ropa y comida, a partir de aquí vamos caminando a la casa de mi papá - ¡¿Caminanddo?! Dios.

-¿Tan lejos está? - pregunté preocupada.

- No tanto tranquila, te gustará, está a lado de un gran lago y cierta parte le pertenece, la pasaremos bastante bien - sonreía, estaba bastante feliz con este pequeño viaje.

-Pero yo no traje más ropa que esta - me alarme.

-Traigo suficiente para las dos, tranquila - le ayude a cargar unas cuantas cosas y junto con su padre nos adentramos al bosque; fueron como quince minutos de camino y llegamos a aquel lugar, era bastante lindo, una cabaña bastante grande, muy lujosa y un muelle al inicio del lindo lago se veía muy al estilo holliwood, la típica cabaña de las historias de terror.

Faby corrió un rato recorriendo el lugar, como si fuera una niña pequeña, se tiro al pasto y su padre y yo llevamos las cosas dentro de la casa.

-Aun es una niña ¿no? - dijo el señor cuando estuvimos dentro.

- A veces suele serlo -me reí - pero es madura cuando debe - él me sonrió.

-Sabes conozco muy bien a mi hija y lo veo en su mirada, lo que hay entre ustedes no es una simple amistad ¿cierto? - los colores se esfumaron de mi rostro y sude frió, entonces entro Faby y me salvo.

- ¿Qué hacen? - llego saltando a la cocina donde estábamos su padre y yo acomodando la comida.

- Acomodando un poco, ven y ayúdanos - le indico su papá, yo no hable, aún no tenía la fuerza para hacerlo.

-¿Hablaban de algo en mi breve ausencia? - tenía que preguntar.

- De hecho le había hecho una pregunta a Alejandra antes de que llegaras, la cual aún no me ha contestado - nuevamente me paralice y mire a Fabiola. - ¿entonces? ¿Si o no? - preguntó

-¡¡S-si!! -dije y salí de ahí a la habitación de a lado.

-¿Qué le preguntaste papá? - se escuchó la voz de Fabiola un poco molesta.

- Nada importante, ve con ella y diviértanse un rato en el lago, yo termino de acomodar aquí - Faby salió conmigo y me llevo a cambiarme para entrar al agua.