Sin ti no puedo vivir

Simplemente amor.

Ale

- No es justo, primero decidimos ese tonto arreglo, que ninguna de las dos se atrevió a romper, creí que si te ibas y no te olvidaba al menos podría pasar que no volvieras y así podría continuar mi vida, luego de irte no me diste ninguna señal de que me siguieras queriendo, vivi un infierno.

- Yo tambien lo vivi, pero yo no fui quien corto la comunicación, un día tu simplemente ya no contestaste, creí que ya no te importaba, me dolió mucho, te extrañe demasiado, por eso me apresure en la universidad, decidi que si no podía vivir sin ti, iria hasta el fin del mundo a buscarte y no descansaría hasta que volvieramos a estar juntas, no quiero que me digas que te he perdido para siempre, sólo busco hacerte recordar el bello sentimiento con el que todo empezó.

- Yo ya no quiero recordarlo, es demasiado ya para mi, ahora estoy tranquila, feliz a lado de Sofia ¿por qué te empeñas en seguir con esto?

- Porque TE AMOO por esa simple razón - sus ojos estaban rojos, al igual que los mios, estaba intentando poner todo mi corazón en mis palabras.

- Vete de aqui, Sofia está por llegar, no quiero tener problemas con ella - no me miraba a los ojos, pero escuchaba el dolor en sus palabras.

- Como quieras, por hoy te dejare en paz, siento haberte molestado - me aleje y salí de ahí, a punto de llorar, sintiendo que mi alma se partía a la mitad, quería recuperarla pero ella estaba compleamente cerrada y atada a esa tal Sofia.

Llegue a mi casa con un sentimiento entre celos e impotencia por no poder siquiera acercarme a la persona que amo sin verla llorar, odio esto pero no tengo idea de lo que puedo hacer, me tiré en mi cama y me quede mirando al techo un gran rato. Sin saber me quede dormida y lo que soñe en ese instante, jamás podre olvidarlo.

Llegaba recien a "mi casa" o asi parecia, estaba todo calmado y sólo se escuchaba el chocar de los trastes en la cocina, sonriendo me aproximaba y ahí estaba ella, Faby, cocinando un poco esperandome y se puso muy feliz al verme llegar; luego de eso supe que ese sueño iba a ser mi proxima meta y la alcanzaria si o si.

Faby 

Luego de aquel desagradable momento me quede pensando en todo lo que ella había dicho, no era justo y tampoco correcto el intentar regresar, ha pasado mucho tiempo, hemos cambiado mucho, yo estaba con Sof, ella siempre estuvo ahí, espero mucho tiempo para poder estar conmigo, fue muy pasciente mientras aprendía a vivir sin Alejandra, no se merece que haga algo como esto, me encerre en el baño y me di una ducha larga para calmar mi corazón, en ese momento estaba como loco, muy agitado.

Un rato después llego Sofi, la recibi con un fuerte abrazo y un gran beso, ella se sorprendió bastante, pero no pregunto nada, solo me siguió el juego. Durante la cena no podía pensar en otra cosa mas que en los ojos decididos de Alejandra, que me miraban como suplicando que le devolvieran su mas preciado tesoro, me conmovía, pero no podía ser.

Pasaron unos días casi una semana, no supe más de Ale por ese tiempo, no se apareció, no llamó, empezaba a creer que por fin me dejaria tranquila, pero la verdad una parte de mi se sentia mal por no verla.

Las cosas con Sofia no iban muy bien, a ella le molestaba la situación, pero no decía nada, sólo callaba y se resignaba a lo que pasaba, a veces buscaba hablar con ella de eso, pero siempre evadía el tema, no se mostraba enojada y tampoco me reclamaba nada; las cosas no debian ser asi, ella deberia decir algo, decirme que se sentía incomoda, no me gustaba la manera en la que estaba tomando las cosas, no le tome mucha importancia al principio pero después casi ni hablabamos eramos un par de conocidas viviendo bajo el mismo techo, con trabajos me saludaba o me hacia cariños, entonces supe que no iba nada bien.

Ale

Espere un poco antes de volver a ver a Faby, la extrañaba pero queria saber que pasaba si yo me alejaba de nuevo, queria que pensara en mi, que volviera a sentir esa sensacion de extrañarme, así como yo lo sentía.

Me centre en mi trabajo, realmente no lo hacia mal, pero el idiota del jefe siempre estaba ahí para notar hasta el más mínimo error, no me daba un solo respiro, hasta mis descansos tenía que usarlos para corregir proyectos mal planteados, algunos solian ayudarme pero igual el "señor perfecto" me lo devolvia con un fallo. Ese día lo acompañe a ver a unos socios para ver lo de el nuevo proyecto, el cual al parecer le daria grandes ganancias a la empresa, terminé haciendome cargo del proyecto al final.

-debes estar feliz, no a cualquiera le tocan proyectos tan importantes, espero lo hagas bien - me decia mientras subiamos al auto de regreso a la oficina.

-No sabes lo feliz que me hace - el sarcasmo se desbordaba de mi boca odiaba tener que pasar por algo tan importante, él seguro se esforzaria por hacerme pasar malos ratos.

-Tranquila, saldrá todo bien, haremos un buen trabajo - me sonrió muy tranquilo, muy seguro de si, me asustaba su actitud, normalmente era un ogro.

El viaje fue corto, me sorprendió cuando en vez de ir a la oficina me llevó hasta mi casa.

-Descansa por hoy, mañana veremos lo de el proyecto - dijo abriendo la puerta del auto.

- Por que? - salí del auto y lo mire desconcertada.

- Nada en particular, solo quería ser bueno contigo - me evadió y se fue.

Faby.

Iba caminando por la calle de regreso a casa después de las clases en el colegio, pasaba por un edificio de departamentos un auto y un señor estaban a fuera, lo que me sorprendió fue ver a Ale bajando de aquel auto, algo dentro de mi no se sintió nada bien. Me quede un momento observando y el tipo ese se fue, en ese instante reaccione, no debía ver a Ale, me di media vuelta y comence a caminar.

- Faby!! - la escuche detras de mi, pero no queria detenerme, de cierta forma estaba enojada por lo que vi.

Caminé lo más rápido que pude,  pero al voltear ella no me seguía, me decepcione un poco por ello, tome otro camino y regrese a casa. Sofia ya me esperaba en la puerta.

- Donde estaba preciosa? - dijo abrazandome.

-me desvie un poco, que tal tu día? - otra tarde como cualquier otra, empezaba a ser un tanto aburrido.

- Por que te desviaste? - me preguntó.

- Pues quise caminar un poco, cambiar la rutina, ya sabes como soy - no pensaba contarle lo de Ale.

- Bueno está bien, me preocupast,  vamos a cenar, encargue comida china - me beso y me llevó a la cocina, cenamos muy a gusto y en completa paz.