Sin ti no puedo vivir

Sueños y sentimientos

- Pues,  la verdad no lo tengo muy claro, es como si las voces hubieran estado apagadas durante el sueño, sólo sé que terminabas llorando y yo salía corriendo de ahí, ¿Eso pasó realmente? - la mire a la cara, ella miraba hacia la ventana, evitándome, temblaba un poco y se notaba a leguas su dificultad para tragar, nuevamente, como en mi sueño.

- Yo... hmmm...- estaba tartamudeando - realmente creo... si no lo recuerdas por completo... quizá no tienes que recordarlo... - dijo. Bien ella no quería hablar de eso, entonces algo malo pasó, no quería esperar para saber, quería que ella me respondiera, pero parece que aún le duele demasiado ¿cuando sucedió?

Platicamos mucho toda la tarde, nos olvidamos de lo de mi sueño y terminamos hablando sobre su vida, en ocasiones  hablaba muy alegremente, pero de pronto su mirada se tornaba triste y cambiaba el tema, como cuando habló de como su padre las abandonó a ella y a su madre, dejándolas solas, en la calle, a su suerte, al parecer su vida no ha sido muy fácil.

- Bueno es tarde, creo que me tengo que ir - dijo levantándose de la cama.

-Espera, realmente no quiero que te vayas, es extraño - agache la cabeza un poco avergonzada - me gusta mucho que estés aquí, me haces sentir muy bien - levanté la vista, ella sonreía a punto del llanto, estaba un poco sonrojada.

- A-a mi ta-tambien me gusta mucho estar contigo, pe-pero ya es tarde - tartamudeaba nerviosa, con ella el momento de la despedida es realmente triste, me invaden unas ganas muy grandes de que siga estando a mi lado.

- ¿Vendrás mañana también? - dije ya bastante colorada.

- Claro que si - sonrio y se acerco a mi, me dio un beso en la mejilla y este disparó mi corazón, comenzó a latir como loco, intenté calmarme, aún no estaba del todo bien y mi corazón es frágil, débil.

Salió de la habitación, dejando un gran vacío en ella, después entró mi mamá, me dio la noticia de que al día siguiente me daban de alta; por fin estaría de vuelta a casa y posiblemente pasaría más tiempo con Faby; me quedé dormida pensando en ella, y en el sueño que había tenido antes.

Narra Faby

Estaba con el corazón desbocado, su pregunta me alteró demasiado, no sabía que decir ¿por que tuvo que ser lo primero que recordara? No quería que la tranquilidad que había entre nosotras se esfumara, yo podía sobrevivir con sólo estar a su lado y verla sonreir.

Al salir de su cuarto, las palabras que me dijo daban vueltas en mi mente ¿qué quiso decir exactamente? Fue demasiado para mi corazón. Llegué a casa y caí rendida en mi cama, demasiadas emociones por un día.

Al día siguiente saliendo de casa, Steve pasó a recogerme.

- ¿Cómo se encuentra Alex? - me preguntó.

- Mejor, hace un rato me envió un mensaje, la darán de alta hoy, así que iré a verla a su casa - conteste bastante alegre, la casa de Alex me queda más cerca que el hospital, así que podría pasar más tiempo con ella.

- Faby... mmm... bueno, me gustaría decirte algo - tartamudeó Steve.

- Dime - contesté un tanto indiferente.

- Alex y yo... poco antes del accidente... habíamos comenzado a salir - dijo y agacho la cabeza - perdon por no haberte dicho antes.

¡¿QUEEE?! Alex y Steve, pero... ¿cómo? Me paralice un momento, al final parecía que lo mio con ella solo seguiria siendo una fantasía.

En toda la mañana no le dirigí siquiera la mirada a Steve, aún no terminaba de digerir la noticia, me había hecho esperanzas, pero ahora todas se desplomaron, la quiero demasiado, no puedo soportarlo, estaba bastante celosa, pero no debía demostrarlo.

Alex

Cuando me quedé dormida, tuve de nuevo ese extraño sueño, pero esta vez era más claro; estábamos las dos, caminando por la escuela, me llevo a un lugar apartado y se puso en frente de mi, estaba nerviosa y temblaba, esta vez pude oírlo todo.

- Y-yo... yo... - la pobre comenzó a llorar

La abrace, intente darle consuelo, pero ella seguía llorando.

- Ya amiga, dime ¿qué tienes? - dije, me estaba preocupando bastante, de pronto suspiro y tomo valor para decirlo.

- La verdad, hay algo que necesito decirte... bueno... yo... pues... desde el día en que te vi, yo no sé que me pasó, pero puedo jurar que fue uno de los mejores días de mi vida, todo en ti me cautivó, tú, tan bella, incluso ahora así te veo, desde que nos conocimos me has dado un gran motivo para seguir adelante, para seguir viniendo a este infierno que llaman escuela, yo antes de ti no lo soportaba, mi vida era monótona y gris... y pues lo que quiero decir... es que... yo... me he enamorado de ti- Justo en ese momento desperté bastante sobresaltada, estaba asustada, Faby se me declaró ese día y yo solo corrí cobardemente, dejandola sin respuesta, había tomado todo su valor para decirlo y yo simplemente me fui; ¡que tonta! Necesitaba disculparme, pero primero debía aclarar mis sentimientos hacia ella.

Mas tarde un muchacho llego a verme ya estando yo en casa, lo vi y de inmediato supe que era Steve, me saludo muy alegre, pero extrañamente, yo no lo queria aqui, no ahora, ¿por qué estaba ahora aquí? Si cuando estaba en el hospital no se paró ni una sola vez. No me sentía muy a gusto a su lado, sentía cierta tensión entre nosotros.

- Hola Alex - dijo dándome un beso en la mejilla.

- Hola - dije un tanto indiferente - ¿ya terminaron las clases? - pregunté más curiosa por saber si Faby vendría.

- Si, pero Faby dijo que no iba a poder venir hoy, me pidió que la disculpara - su noticia me puso muy triste, un día sin Faby era demasiado aburrido. Pero, es extraño ¿por qué no vendrá hoy?