Salida y Celos

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Después de estar con mi mamá y mi hermano, me cambié mi pijama por un vestido blanco de mangas cortas con escote curvo y suelto, mientras Seshomaru se puso un buso negro mientras por dentro tenía una camida manga larga blanca, junto con un pantalón y zapatos negros, nos despedimos de mi mamá y mi hermano nos fuimos a ver la ciudad, mi mamá me había dado la tarjeta crédito para poder comprar ropa a Sesshomaru, mi hermano, para ella y también para mí, nos dirijimos al centro comercial, Sesshomaru miraba todo con extrañeza,  y de repente me cojio de la mano y me acercó a él de la cintura, me sonroje hasta las orejas y lo voltee a mirar viendo que su mirada iba dirijida a unos muchachos que me miraban lujuriosamente, casi me caigo si no hubiera sido por el agarre en la cintura, dos palabras cruzaron mi cabeza, "Sesshomaru" "celoso", lo miré de nuevo y tenía una diminuta sonrisa, los hombres anteriores estaban aterrorizados por su gélida mirada, así que me habían dejado de observar, entramos a un local donde vendían ropa de caballero, coji a Sesshomaru de la mano y lo ingrese al vestier, mientras yo buscaba atuendos para él.

_Miko, que crees que haces?_preguntó Sesshomaru abriendo la cortina y dejando ver que solo tenía sus pantalones puestos mostrando su bien formado cuerpo, estaba que me moría. _Acaso te gusta lo que ves?_me dijo Sesshomaru con tono sensual y pícaro haciendo que me sonrojara, maldito Sesshomaru.

_Pruebate esto_le dije tratando de desviar el tema, miro el atuendo y de repente empezó a quitarse los pantalones y..._CIERRA LA CORTINA!!_dije como un tomate cerrandole la cortina escuchando como soltaba una risa burlona, este demonio me iba a volver loca, después de probarse uno que otro atuendo fuimos a la caja en la cuál había una chica hermosa pero muy maquillada.

_Hola, quisiera comprar estos trajes_dije amable a la chica que me miró de arriba a abajo como si me examinase.

_Tiene tarjeta crédito? _me dijo mirando el computador, contesté con una afirmación pero de repente su mirada cambió al ver a Sesshomaru.

_Hola guapo_dijo ella apoyandose en el escritorio haciendo que sus pechos se aplastaran y quedaran a la vista de Sesshomaru, mientras este seguía serio._Son 100 yenes_dijo ella mientras pasaba la tarjeta junto con el número de su teléfono a Sesshomaru._Llámame muñeco_dijo ella guiñando su ojo a Sesshomaru, que seguia serio, salí rápidamente del almacén hacia un parque, había sentido una punzada en mi corazón,  había sentido celos, pero no me iba a permitir eso ya que habíamos quedado de que yo no haría reclamos hacia él si se acercaba a las mujeres, me había olvidado de Sesshomaru, él se las podía arreglar solo, se sabía el camino, empezé a caminar en dirección a otro almacén, los mismos hombre sde antes se me acercaron y me dieron sus números,  sonreí amablemente y seguí caminando, hasta que sentí como alguien me arrebataba los números y los volvía trizas.

_Porque te fuiste sola, miko?_dijo Sesshomaru con enojo.

_Porque te veías muy ocupado con la cajera_dije molesta y él lo notó.

_Celosa, miko?_dijo él con burla haciendo que me molestara más.

_No, solo que no me gusta estar en una situación incómoda,  como te había dicho antes, puedes verte con quién sea, a lo mismo que yo_dije con simplicidad viendo como Sesshomaru se enojaba.

_Tú no puedes verte con otros hombres_dijo él gruñendo.

_Claro que puedo, tengo todo el derecho de hacerlo, no soy esclava de nadie y que yo sepa, tú también tienes todo el derecho, no te lo estoy prohibiendo_dije serena, iba a seguir hablando pero un beso me cayó,  me estaba besando, me dejé llevar , puse mis manos en su pecho mientras el posicionaba sus manos en mi cintura atrayendo más a él, terminamos el beso por falta de aire y me susurró con voz grave.

_Cancelemos ese trato, solo te quiero a ti y a ninguna hembra, solo a ti, Kagome_dijo Sesshomaru con voz grave haciéndome estremecer.

_Ok, entonces oficialmente somos novios?_dije con duda.

_Si_dijo el besandome otra vez, me estaba volviendo adicta a sus besos.

Enamorandome de la mujer de InuyashaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora