Segundo día (Luna de miel)

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Bueno, para empezar, me disculpo de todo corazón por hacerlas esperar tanto tiempo, soy una estudiante, no puedo tonar mis notas tan a la ligera, aquí os traigo un nuevo capítulo de mi novela, espero que os disfruten♥.

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Los rayos de sol se colaban por las blanquecinas cortinas de pa habitación,  donde se encontraba los recién casados, abrazados el uno al otro, la azabache abrió sus ojos somnolienta y con cierto fastidio a la adaptación a la luz, dio un respingo al sentur unas manos en su cintura, se miró de pies a cabeza, y se dio cuenta que se encontraba desnuda, sus mejillas se tornaron de un color carmesí al recordar lo que había sucedido en la noche anterior, sintió un dolor agudo en su entrepierna, que hizo que se quejara mentalmente y sin hacer el menor ruido, se liberó de las garras de su ahora esposo, y poniéndose la parte de encima del yukata de su esposo, salió, fue a la cocina a preparar el desayuno, pero se asustó al sentir como alguien, la abrazaba por la cintura y retirando su cabellos de su hombro, clavaba su cabeza en la unión de el hombro con su cuello, vio una cabellera plateada así que se tranquilizó.

_Pensé que te habías ido_dijo el peliplata dando besos y leves mordidas en el cuello de ella,hasta que en una la mordió y salió una marca en su cuello igual a la luna que cargaba en su frente_Con esto estará más que claro, que tú eres mi esposa_dijo el con un sensual tono en su voz, apretando más a la azabache a él._Que haces?_dijo curioso el peliplata mirando que su mujer estaba revolviendo algo en un plato.

_Huevos revueltos, con jugo de mora y panqueques, te unes a comer conmigo?_dijo ella con una sonrisa mirándolo de reojo.

_Mmmmmm, me encanta y tú lo sabes_dijo él oliendo más el cuello de su esposa, sinceramente no se podía cansar de el olor de ella.

_Entonces, Mi Lord del Oeste, tendrá que esperar en el comedor a que su esposa termine de cocinar_dijo ella sonriendo de lado.

_Grrrr, mmmmm está bien_dijo a duras penas separándose del exquisito olor que tenía su esposa, se sentó en el comedor y unos minutos después,  llegó la azabache con dos platos, que estaba colocando con ayuda de Sesshomaru, se sentaron  en silencio, mirando el plato nada más,  la azabache levantó su mirada hacia él.

_Me han quedado salados?_dijo con horror, probandolos rápidamente la azabache.

_No es eso_dijo sereno.

_Entonces?, estás enfermo?_dijo ella acercando su delgada mano en la frente de su esposo, que la cojio en sus garras, y sostuvo firmemente sin llegar a hacerle daño a su delgada mano.

_No es nada, Kagome, sólo,  que estoy pensando, que Kami me ha dado cosas muy hermosas e importantes para mi, y creo que no merecería tenerte por esposa, soy un asesino perfecto, creo que tengo mucha suerte por tenerte, tú,  una mujer tan hermosa y pura, al lado de alguien tan.._pero no pudo continuar ya que unos labios finos y cálidos se posaron en sus labios delicadamente, correspondió casi enseguida el beso tierno y pausante de su azabache, al terminar con el beso, la miró detenidamente.

_Yo, soy muy afortunada por conocerte, me enamoré de tu personalidad que mantienes escondida de todos , yo y Rin fuimos las únicas que pudimos ver tu verdadero tú, nadie más, ni Inuyasha, me hizo sentir todo lo que me has hecho experimentar, creo que fui una tonta al estar enamorada de Inuyasha a pesar de saber que él no me amaba_dijo Kagome mirándolo.

_Pero, ahora estamos juntos, ya nada nos separará_dijo Sesshoamru con una sonrisa de lado.

_Si, bueno!, a comer se ha dicho!_y así los dos empezaron a comer animadamente mientrar Kagome charlaba y Sesshomaru la escuchaba en silencio, al terminar se fueron a dar un baño,  se vistieron, y salieron a un lugar que estaba cerca de la cabaña donde habían árboles de sakuras en temporada a almorzar, jugaron y rieron, sintiéndose conformes de la compañía del uno al otro, ya cuando era tarde, la azabache cansada se durmió apoyando su cabeza en el hombro de Sesshomaru, que al darse cuenta de el sueño en el que se encontraba su esposa, la cargó nupcialmente en su brazos para llevarla a la cabaña,  al llegar, la acostó en el futón junto con él y se quedaron dormidos, y así,  terminó el segundo día de su luna de miel.

Enamorandome de la mujer de InuyashaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora