Amor

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Flash back

Edward pov. 

-Acepto- susurre. 

-Acepto -susurro mi hermosa esposa. 

Hoy era el día más feliz de nuestra vida, al fin estábamos juntos y sabía que este matrimonio sería para siempre. 

-Puede besar a la novia -dijo el juez. 

Me gire hacía mi esposa y la bese con todo el amor que tenía para ella... la amo como nunca pensé amar a nadie más...

-TE AMO -susurre una vez que nos separamos. 

-Yo te amo -dijo.

-Hija felicidades -dijo mi ahora suegra. 

Mi esposa Bella Swan... hasta su nombre le hacía honor a su belleza. 

Yo era Edward Masen estudiante de administración en la universidad de Chicago, tan solo con veinte año decidí casarme porque quería poder estar con mi Bella en tiempo completo quería llegar a casa y que ella pudiera recibirme... 

Mi Bella Swan ahora de Masen decidimos entre los dos esperar para que ella estudiara pues no queríamos apoyo de sus padres, lo míos habían muerto hace ya seis años en un accidente aéreo... el avión donde iban exploto fue una terrible noticia para todos desde entonces decidí que me haría cargo de las empresas de mi padre. 

Mi esposa quería estudiar publicidad pero como mencione decidió esperar... ella al igual que yo tenía veinte años, su cabello era de un castaño oscuro sus ojos los más hermosos que he visto parecían un lago de chocolate... sus labios rojos su piel tan blanca como la nieve. 

Por mi parte mi cabello era color bronce, mis ojos era de un colo azul mi Bella siempre decía que parecían dos topacios brillantes o incluso más brillante y hermosos que el topacio. 

Según mi esposa yo era muy sexy pues derretía el corazón de las chicas... reí yo no me consideraba como tal simplemente era un chico común y corriente como todos. 

-Gracias mamá -dijo mi Bella. 

-Espero que la cuides y no le hagas daño -dijo mi suegro. 

-La cuidare con mi vida y nunca me permitiría dañar su corazón porque es como si dañara el mío. 

-Más te vale muchacho.

Mis suegros al principio no estuvieron muy de acuerdo en que nos casáramos pues decían que eramos muy jóvenes... pero al ver lo mucho que nos amabamos no se opusieron. 

Continuaron con las felicitaciones. 

Llego el momento de partir el pastel y como siempre el buen esperado primer baile. 

Comenzó a sonar la canción de A thousand Years... esa era nuestra canción... mil años a su lado eran los que quería pasar a su lado. 

-¿Lo estas disfrutando? -pregunte en su oído mientras nos moviamos al ritmo de la canción. 

-Sí, no sabes cuanto -sonrió-. ¿Y tú? 

-Sí pero la verdad es que me muero por estar en la luna de miel, no sabes cuanto deseo poder hacerte mí, besar ese cuerpo tan hermoso que tienes y acariciar tus pechos... gruñir mientras estoy dentro de ti -susurre. 

Se sonrojo. 

-Yo también deseo eso... verás que te haré disfrutar de la noche espero que no estés pensando en dormir... -dijo picaramente. 

No era la primera vez que haríamos el amor, nuestra primera vez fue cuando cumplimos siete meses de relación. 

-Es lo menos que quiero... dormir.

Rió. 

Pasaron las horas y con ellas el momento de marcharnos a nuestra luna de miel, sería en Italia mi Bella siempre soñó con conocerla y yo quería cumplir ese sueño. 

-Benvenuti nella bella Italia -dije en un perfecto italiano.

-Grazie -susurro-. Esto es hermoso.

-Tú eres hermosa.

-Te amo -comenzó a besarme.

Me separe de sus labios.

-Creo que es momento de que te lleve a nuestro pequeña habitación quiero estar dentro de ahora y no creo que la vía publica se lo mejor al menos que queramos exhibirnos.

-Entonces que esperas. 

Reí... tome su mano y la guié por la calle no quería tomar un taxi pensé que le agradaría caminar pues podría admirar mejor el lugar además nuestras maletas ya tenían que estar en la cabaña que había alquilado por unas semanas. 

-Este será nuestro hogar por las próximas semanas -dije abriendo la puerta de nuestra cabaña. 

Se giro completamente hasta mí y me beso, la tome en mis brazos y la conduje hasta nuestra habitación la puse en sus pies una vez que llegamos a ella. 

-Te dejaría admirar nuestro hogar pero será en otro momento -la acerque hasta mí para que sintiera mi erección. 

Asintió.

Comencé a besarla con desesperación... cuando sentí que el aire nos faltaba me separe pero no deje de besarla pues continue con su cuello hasta llegar al inicio de sus pechos lleve mis manos hacía el cierre de su vestido y lo baje hasta que estuvo denuda ante mí... 

-Eres perfecta -dije viendo sus pechos los masajié primero uno y luego el otro. 

Bella llevo su mano hasta mi pene lo acaricio por encima del pantalón. 

Gruñí. 

En unos instantes ya estábamos desnudos sobre la cama, yo encima de ella besaba sus pechos esos pezones que parecían como piedresillas. 

Bella jadeaba... una de sus manos estaba sobre mi miembro acariciandolo sentía como gotas preseminales salían de él. 

Retire su mano y le sonreí. 

-No quiero venirme así. 

-Entonces hace tuya... Edward.. hazme el amor -pidió. 

Y quien era yo para negarme. 

De una sola estocada la embestí... quería que fuera lento pero Bella me pedía entre gemidos que fuera más rápido así que moví mis caderas lo más rápido que podía, lleve sus piernas por encima de mi hombro quería que me sintiera más profundo que gritara por más y así fue... seguí embistiéndola llevándola hasta el limite del orgasmo... dos embestidas más y me vine dentro de ella. 

-Eso fue perfecto -dijo. 

-Más que eso fue hacerle el amor a la mujer que amo. 

Salí de ella provocando unos cuantos gemidos. 

Sonreí. 

Me coloque a su lado. 

-¿Estas cansada? 

Negue con la cabeza. 

-Dije que esta noche no tenía pensado dormir -se coloco encima de mí y comenzó a besarme me gustaba cuando ella tomaba el control. 

Fin flash back. 

Aún recuerdo el día de mi boda, todos aquellos momento que pasamos junto y ahora estoy aquí solo en mi departamento de España pensando en como volver a reconquistar el corazón de Isabella Swan iba a recuperar su amor... y a mi hijo, a mi campeón... 

¿Quieren saber como llegamos a esto? Todo comenzó hace seis años cuando... 







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