Visitas indeseables

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Bella pov. 

No tardaron mucho para que dieran a Tony de alta, por lo que cuando salimos del hospital lo llevamos a comer su comida favorita claro sin excederse pues su estómago aun estaba algo delicado. 

Cuando salimos del restaurante nos dirigimos a casa, durante todo el camino Edward no soltó mi mano además de que me sonreía de vez en cuando y miraba mi vientre donde yo tenía colocada mi mano libre. 

Aun no podía creer que estuviera embarazada de nuevo. Esto solo era una señal que Edward y yo deberíamos de permanecer junto no importaba los problemas que hayamos tenido en el pasado pues eso ya fue. 

Cuando llegamos a casa Edward como todo un caballero abrió mi puerta y bajo a Tony en brazos pues se había quedado dormido en el auto. 

Saque las llaves de mi bolso pero mi sorpresa fue que la casa estaba abierta. 

-¿Edward? 

-Aguarda -me paso a Tony. 

-Ten cuidado.

Edward abrió la puerta completamente, desde la entrada observe como ingresaba al salón entonces se detuvo. 

-¡QUE DEMONIOS HACES AQUÍ! NO SE SUPONÍA QUE ESTABAS EN LA CÁRCEL. 

Sus palabras me sorprendieron por lo que entre, en la sala se encontraba Leah... 

-Hola Bella -sonrió. 

-¿Qué haces aquí? -dije entre dientes. 

-Es que no me saludas. 

-Llamare a la policía- susurro Edward. 

-Yo que tú no daba un solo paso si no quieres que tu linda ex esposa e hijo mueran -mientras Leah mencionaba eso sacaba una pistola. 

Abrace más a Tony contra mí. 

-Baja el arma Leah -dijo Edward. 

-Tú no estas para dar ordenes, así que porque mejor no sueltas ese teléfono y se sientan. 

Hicimos lo que nos pidió. 

-¿Qué haces aquí?  -pregunte de nuevo. 

-Quiero lo que me pertenece. 

-¿Lo que te pertenece? Aquí no hay nada tuyo.

-Por supuesto que sí, quiero mi dinero. 

-¿Dinero? ¿De que dinero hablas? Te recuerdo que me lo robaste -dijo Edward entre dientes. 

-Quiero más. 

-Eres una zorra. 

Leah comenzó a reír a carcajadas. 

-Yo podré ser una zorra pero está -me señalo con la pistola-, es una estúpida por aceptarte de nuevo... al parecer aun no le queda claro que no la amas. 

-Por supuesto que la amo. 

-Eso no parecía ser mientras hacíamos el amor. 

-¿Amor? -Edward rió-. Eso para mi no fue más que cojer. 

Leah lanzo un disparo hacia el suelo que nos sobresalto e hizo que se despertara Tony. 

-¿Mami? 

-Tranquilo -puse su cabeza contra mi cuello-, no despegues la cabeza por nada del mundo. 

-Pero mira que hermoso niño, ¿sabes Edward yo también estoy embarazada?  -comenzó de pronto a reír-, pero miren si que son tal para cual la cara que pusieron los dos fue foto, nunca echaría a perder mi cuerpo por un niño.

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