VOLVIENDO A TI

Algo sucede

Bella pov. 

Porque no cerré las cortinas, pensaba. Esos malditos rayos de sol que no me dejaban dormir en una mañana de domingo. Intente levantarme y sentir un peso en mi vientre... entonces recordé que Edward había pasado la noche aquí conmigo y vaya que noche. 

Trate de mover su brazo pero su agarre se hizo más fuerte. 

-Edward... 

-Mmmm -escondió su cabeza en mi cuello, su respiración me hacía cosquillas. 

-Edward, necesito moverme. 

-Quédate un poco más, es sábado Bella no tienes que ir a trabajar. 

-Ese no es pretexto, quiero moverme. 

-Sigue haciéndolo y despertaras a mi pequeño yo -y en ese momento sentí su erección rozar en mi espalda... me sonroje. 

-Pues tendrás que darte una ducha de aguda fría o usar tu mano -dije. 

-¿No quieres hacerte cargo tú? 

-No, ya es de mañana ¿sabes? me deshice de su brazo y me puse de pie con la sabana alrededor de mi cuerpo. 

-Sigues con eso Bella -bufo. 

-Sí, cuando yo digo algo lo cumplo. 

-Siempre puedes hacer una excepción, digo a mí no me molestaría -quizó parecer inocente. 

Puse los ojos en blanco. 

-Eso no sucederá. 

Se puso de pie completamente desnudo. 

-Edward tápate. 

- ¿Por qué? no es como si no me hubieras visto ya, y con lo de anoche -sonrió engreídamente. 

-No intentes creerte el mejor -aunque lo eres... pensé. 

-¿No soy el mejor? -se acercó a mí y paso sus brazos por mi cintura, la sabana era la única que nos separaba.

-Nooo- dije nerviosa. 

-¿Y por qué tiemblas? 

-¿Quién esta temblando? -digo. 

-No contestes con otra pregunta -arranco la sabana dejándome expuesta. 

-¡Edward! -grite. 

-¿Qué? ¿También me vas a prohibir mirar? -hizo un puchero que no le quedo nada bien. 

-Sí, no tienes permiso ni siquiera de eso. 

-Eres mala. 

Sonreí como si me estuviera burlando de él.  

-Iré a darme un baño. 

Deje a Edward ahí parado, podía sentir su mirada detrás de mí, un lado de mí quería dar media vuelta y pedirle que me hiciera el amor pero no, si quería que esta vez las cosas salieran bien y no salir lastimada de nuevo tenía que ser fuerte. No solo por mí sino por Tony ahora él estaba incluido en esto. 

Entre a la ducha, necesitaba un baño de agua fría. 

Cinco minutos después ya estaba fuera, Edward traía puesta la misma ropa de ayer, imagine que tendría que ir al hotel donde se esta quedando pues no se vería para nada bien que llegara con la misma ropa. 

Camine hacía el closet y busque mi ropa, me puse un pantalón negro con una blusa blanca de manga larga y unos tacones negros, salí y Edward me estaba sonriendo. 

-Te ves hermosa -hizo una pausa-. Te parece si vamos a mi hotel, me cambio de ropa y desayunamos algo. 

Asentí.