Compromiso

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Edward pov. 

Hace un mes que había abandonado el hospital y mi recuperación había sido exitosa debido a que tenía una muy buena enfermera, Bella no se me había despegado para nada en ningún momento y Tony bueno se la había pasado a mi lado siempre que podía. 

El día de hoy le tenía una sorpresa a Bella, le pediría que se casara conmigo esperaba que dijera que si y que no pensara que de nuevo estaba delirando ya no había motivos para pensar eso pues no estaba tomando medicamentos. 

Le había comentado a Alice lo que quería hacer y ella me ayudo a reservar el lugar y a distraer a Bella, Esme también me había ayudado pues se ofreció a cuidar de Tony. 

Ahora me encontraba esperando a mi Bella a la luz de la luna, Alice me había reservado un jardín de esos donde se realizan eventos...yo había preparado la mesa los miles de pétalos que conducían a ella y las velas esparcidas por el lugar. 

Tendríamos una vista hermosa que esperaba que le encantara a Bella. 

Faltaban tan solo minutos para que mi Bella llegara y me comenzaba a sentir nervioso, entonces fue en ese momento que comencé a escuchar unos pasos acercarse voltee y la vi parada justo en la entrada con un vestido negro que le llegaba por encima de sus rodillas además dejaba al descubierto sus hombros. 

Nuestros ojos se conectaron en ese momento sonreí de su manera favorita entonces ella comenzó a caminar hacia mí que me encontraba parado a mitad del camino. 

-Hola -tome su mano cuando llegó hasta a mi la bese. 

-Hola -sonrió-. ¿Qué es todo esto? 

-Una sorpresa creo que ya era tiempo de pasar un momento a solas. 

-Eso suena bien. 

-¿Te apetece algo de tomar?- pregunte. 

-Si. 

Me acerque hasta la mesa donde había una jarra de jugo de frutas debido a que Bella no podía tomar alcohol y dos copas, nos serví un poco. 

-Esto es hermoso -dijo mientras le entregaba la copa de jugo. 

-No más que tú. 

Se sonrojo. 

Nos bebimos nuestras copas nos dirigimos a la mesa, retire la silla para que se sentará. 

-Por cierto te ves hermosa ese vestido te hace lucir irresistible. 

-Gracias, tú estas increíblemente guapo. 

Me senté frente a ella y en ese momento un chico al que había contratado para que nos trajera la comida llegó nos coloco un plato de pasta era una de las favoritas de Bella. 

-No se te ha olvidado cual es mi comida favorita. 

-Eso jamás -sonreí. 

Comimos entre risas y recuerdos amaba estar en compañía de Bella ahora me alegra a ver vuelto con ella pronto volveríamos a ser esposos. 

Había pedido que cuando termináramos de comer nos pusieran un poco de música, me levante de mi silla y le extendí una de mis manos. 

-Baila conmigo -tomo mi mano. 

Comenzamos a balancearnos al ritmo de la música. 

-Bella sabes que te amo. 

-Yo también te amo -sonrió.

-Tengo que decirte algo -sentí como el cuerpo de Bella se tensaba-, tranquila no es nada de lo que debas preocuparte -hice una pausa y me separe de ella interrumpiendo nuestro baile-. Bella hace ya casi siete años que te fuiste de mi lado y hace algunos meses atrás te recupere y con un hijo y ahora tendremos otro en camino -acaricie su vientre-. Y es lo mejor que me puedo haber pasado de haber venido a Londres, esta vez quiero que este amor perdure con el tiempo que sea para siempre quiero de vuelta a la que fue mi mujer hace años -me puse en una rodilla mientras veía como los ojos de Bella se empeñaban en lágrimas-. Bella, esta vez no estoy bajo ningún fármaco -sonreí-, ¿quisieras ser mi esposa nuevamente? Volver a ser la señora Masen. 

-Edward -se arrodillo a mi lado-. Por supuesto que sí -lanzó los brazos alrededor de mi cuello. 

Tomo su mano y coloco el anillo en su dedo que se que esta vez permanecerá ahí para siempre. 

-Solo tú puedes hacer algo como esto -dice sonriendo.

-Solo quería sorprenderte. 

-Y lo has hecho, lo menos que me imagine es que me pidieras ser tu esposa. 

-Llevo pidiéndote que lo seas durante semanas. 

-Estabas bajo... -puse un dedos sobre sus labios. 

-No lo digas. 

Ríe y me uno a sus risas. 

Nos ponemos de pie sin soltarnos de las manos. 

-¿Quieres irte ya? -preguntó. 

-Vamos -dijo. 

Salimos del jardín tomados de la mano, trajeron mi auto y subimos en él. Comencé a conducir por la carretera rumbo a la última sorpresa había rentado una pequeña cabaña cerca del jardín. 

-¿A dónde me llevas? 

-Otra sorpresa. 

-Señor Masen usted esta muy sorpresivo esta noche. 

-Todo por mi chica -llegamos a la cabaña. 

Baje del auto y abrí la puerta del copiloto. 

-¿Qué es este lugar? 

-Una pequeña cabaña que rente por el fin de semana futura señora Masen. 

-Un fin de semana solo nosotros dos -sonrié. 

-Somos tres -dije viendo su vientre. 

-Los tres, aunque falta Tony. 

-Bueno Tony no puede ver lo que haremos -hizo una pausa-. Aunque me pregunto si el futuro bebé se daría cuenta de lo que hacemos... 

Bella ríe. 

-Bueno si cuando crezca te reclama... ya sabes porque. 

-Bebé sea lo que sea que escuches o veas espero que lo olvides más porque se que serás una niña y no vas a saber de esas cosas hasta que tengas 35 años. 

-Edward si es niña no esperara tanto tiempo. 

-¿Por qué? a esa edad y apenas es una niña todavía. 

Puso los ojos en blanco y comenzó a caminar hacia la cabaña. 

-No me pongas esos ojos Bella -la alcance, cuando estuvimos frente a la puerta la abrí. 

-¿Cuáles ojos? 

-Solo porque no tengo un cuarto rojo como el de Christian Grey no te azoto. 

Me saca la lengua. 

Río ante su actitud. 

Antes de que de un paso dentro de la cabaña la tomo en mis brazos y la llevo directamente a la habitación. 

-Alguien esta muy ansioso. 

-Me muero por estar dentro de ti. 

-Y yo porque lo hagas. 

Llegamos hasta el cuarto y la recosté sobre la cama no duramos mucho en quitarnos la ropa, le bese el cuello y fui bajando hasta llegar a su clítoris que lo tome entre mis dientes logré mi objetivo que Bella comenzara a gemir y me deseara cada vez más. Sentí las manos de Bella sobre mi cabello el cual jalaba levemente. 

Con mi lengua penetre su entrada y comprobé que estaba lista, así que me coloque encima de ella tome mi miembro con mi mano y lo coloque en su entrada, de una sola estocada entre en ella, comencé con un vaivén lento después aumente la velocidad. 

Con esto quería sellar mi propuesta de matrimonio que supiera que este amor que sentía por ella era puro y que agradecía a la vida porque había regresado a mí. 









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