Soy tu dueño

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Edward pov.

Tumbe a Bella sobre la cama y me coloque sobre ella apoyando todo mi cuerpo en el suyo.

-Sabes estas muy cerca... muy cerca -dijo Bella.

-Quiero que me sientas completamente, digo después no lo harás por no se cuanto tiempo.

-¿Está es tu manera de hacerme cambiar de opinión?

-¿Está funcionando?

-La verdad es que no.

-¿Y qué si hago esto? -arranque su blusa de un tirón puede notar como los botones salían volando.

-Romper mi ropa no hará que cambie de opinión, más bien tendrías que llevarme de compras.

-Prefiero llevarte al cielo -baje una de mis mano al cierre de su falda y se la quite.

-Veamos que tan bueno eres haciéndolo.

Tenía a Bella debajo de mí con tan solo su ropa interior.

-Creo que tú tienes demasiada ropa puesta -frunció el ceño.

-Quiero que seas tú quien me la quite.

Bella comenzó a desabrochar mi camisa botón por botón. Tome mi camisa y la arranque.

-Tienes que tener más paciencia -me regaño.

-En este momento la paciencia no se donde la he dejado.

Sonrió.

-Quítate el pantalón -ordeno.

Me puse de pie y me quite el pantalón Bella se recargo en la cama con sus codos.

-Todo -dijo señalando el bóxer.

La obedecí y me quite el bóxer también, dejando a la vista mi muy hinchado y palpitante miembro.

Bella se acercó a mí y se arrodillo delante de mí.

-Pobrecito esta reteniendo mucha información -acarició la punta de mi miembro.

-Información que solo quiere salir contigo -dije con un gemido al final.

Masajeo mi miembro de arriba a bajo, sentía que me ponía más duro como si eso fuera posible. Solo ella sabía como hacerlo era perfecta.

-¿Te gusta?

No le conteste con palabras sino con gemidos.... sentí una sonreía porque justo al momento que lo hacía metía mi miembro en su boca, mientras que con una de sus manos tomaba mis testículos y comenzaba a masajearlos.

-Oh, si Bella... Nena -susurraba.

Bella siguió con sus movimientos, lleve mi mano a su cabello y controle el ritmo.

-Be--lla me voooy a correr -termine de decir eso y me corrí en su boca.

Bella se puso de pie, mientras dejaba un rastro de besos en mi pecho hasta que llegó a mis labios, claro que poniéndose de puntitas pues de otra forma no podría alcanzarme.

Retrocedimos hasta que chocó con la cama... La recosté en ella y me coloque sobre ella.

-Date la vuelta-susurre contra su oído.

Bella hizo lo que le pedí, dejando ver su hermoso y suave trasero ante mis ojos.

Acerque mis manos y comencé a tocarlo pero pronto me detuve.

-¿Por qué te detienes? -sono más. Un gruñido que a una pregunta.

-Tengo una idea -me puse y entre entre en el que creí era el baño y así era, encontré lo que buscaba y regrese junto a ella.

Había traído un aceite conmigo, cuando puse un poco en mis manos me llegó un aroma de vainilla y canela.

Fruncí el ceño.

Bella no era de usar estos aromas sino los míos, lo de ella eran los frutos rojos.

-¿Aceite de vainilla y canela?

Sentí como su cuerpo se tensaba.

-Estaba en oferta.

Sonreí.

-Bueno ya hablaremos después de eso.

Unte un poco más de aceite en mis manos y comencé a masajear su trasero y espalda baja quería que se relajara y consentirá después de la manera en que hizo que me corriera hace unos momentos.... Ella era única y si quería ganarme su confianza y que olvidara todas esas condiciones que solo me harían sufrir... Haría lo que sea por ella.

Aunque mañana no pudiera disfruta de esto.

-Mmmm -ronroneo-. Estás logrando que me duerma.

-¿En serio? Eso es lo menos que quiero, esta noche no te pienso dejar dormir.

Terminé con el masaje y comencé a besar su espalda, subiendo hasta que llegue detrás de su nuca.

Sentí como se estremecía.

Seguí besando hasta que llegué al lóbulo de su oreja y lo mordí, baje de nuevo por toda su columna dejando un rastro de besos, llegue a su trasero y también lo bese.

Con mi rodilla abrí sus piernas... Lleve uno de mis dedos a su entrada, comencé a bombear dentro y fuera primero con un dedo luego con dos.

-Edward... -gemia Bella.

-Ese es mi nombre hermosa, el único que puede tocarte, besarte de esta forma... -segui con mis dedos hasta que me detuve-. Es único que puede estar dentro de ti -entre en ella.

Me recosté sobre ella, puse mis manos en sus pecho y los acaricie.

-Eddwward -gemia.

Esta posición hacía que entrara más profundo en ella podía sentir conos sus paredes me apretaban.

Mi pecho chocaba contra su espalda.... Mis manos en. Ningún momento se movieron de sus pechos, eran tan suaves que me agradaba la idea de poder dormir sobre ellos.

Mis testículos chocaban con su trasero siendo otro sonido aparte de nuestros gemidos que se escuchaban.

-Be--lla -gemi en su oído.

Apreté sus pezones, quería que Bella llegará al mismo tiempo que yo.

Sentí como apretaba mi miembro y entonces me corrí... Al igual que ella.

-Be--lla.

-Eddwward.

Me deje caer sobre ella recuperándome... Minutos después salí de ella y me coloque. Su lado.

-Fue increíble -dijo mientras me veía a los ojos.

-Mas que eso, extrañaba poder sentirte así.

Frunció el ceño.

-Ya se que es nuestra segunda vez después de todo lo que ha pasado pero... De verdad me arrepiento de haber hecho lo que hice.

-Solo por el ¿sexo?

-Tiene algo que ver -sonrei.

Me devolvió la sonrisa.

-Y logré que olvidarás tus condiciones.

-No.

Suspiré, sería difícil lograr que cambie de opinión.

Bella me dio la espalda, me acerque y la abrace enterrando mi nariz en su cuello... Olía delicioso. Claro dejando a un lado el sudor pero era algo que me encantaba de ella su olor.


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