Romeo era una persona amable.
A la gente le gustaba por eso. Era fácil de tratar, muy tranquilo y resultaba una excelente compañía en cualquier clase de situación. Podía tener malos días de vez en cuando, como cualquiera, pero en general estaban frente a alguien de naturaleza cándida y bondadosa.
Julian adoraba aquellos rasgos en él, ellos se complementaban bien. Romeo sabía cómo tratarlo cuando estaba molesto, cuando estaba feliz y Julian trataba de corresponderle del mismo modo. Sin embargo, había un momento en el que él tranquilo Romeo desaparecía.
En la cama.
—Romeo —gruñó mirándose las marcas en el cuello—. ¿Cómo se supone que vaya al trabajo así? —preguntó de mal humor y Romeo soltó una risita divertida.
—Puedes ponerte un cuello alto, de todas formas, hace frío —sugirió suprimiendo la carcajada, disfrutando con satisfacción la vista. Julian volteo a verle hecho una furia.
—Claro, claro ¿Y de dónde carajos voy a sacar un cuello alto? —masculló haciendo una mueca de molestia mientras se tocaba la piel. Aquellos no parecían chupetones, Julian tenía una piel extremadamente sensible y su cuello estaba cubierto de manchas azules, verdes, se veían horribles, como si alguien hubiese apretado su cuello. Por supuesto, cuando estaban a medio acto, a Julian le daba igual que lo mordiera, o que de lejos pareciera que lo que estaban haciendo era una salvajada, pero cuando llegaron los inconvenientes, comenzó a quejarse.
Le preocupaba de verdad que alguien lo viera.
A la gente le encantaba imaginar cosas al respecto, él podía saberlo por la expresión que ponían cada vez que veían las marcas en su piel. Apenas el día anterior su jefe se había puesto furioso cuando se dio cuenta de que tenía las muñecas azules, marcadas en los lugares donde Romeo le sostuvo contra la cama.
El recuerdo le hizo sonrojar.
Era una suerte que ninguno de ellos pudiese ver debajo de su ropa o tendría a un montón de personas al borde del colapso luego de ver las marcas en sus caderas y su trasero o las que estaban desperdigadas por su pecho. No entendía por qué le pasaba aquello, supuestamente la piel morena era más resistente a esa clase de cosas, pero en su caso eso no parecía aplicarse.
—Creo que yo tengo uno —dijo Romeo buscando entre sus cosas hasta encontrar uno de sus suéteres negros de cuello álto—. ¡Aquí está! Es unas tallas más grandes, pero te quedarán bien —afirmó sacudiéndolo y Julian se apresuró a quitarse la camisa para ponerse la prenda. Daba igual si le quedaba grande, de todas formas, iba a usar un saco y un abrigo encima.
—Te voy a matar Romeo —gruñó y este se inclinó hacia él, besando su mejilla.
—No podrías, me quieres demasiado —dijo yendo a la cama, donde se dejó caer mientras sonreía ampliamente.
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Romeo y Julian (LCDVR #1)
Romance(LGBT+) Las vidas de Romeo y Julián están llenas de problemas. Sus familias se odian. Sus hermanos, Romero y Juliana, se fugaron juntos. Tienen tres días para encontrarlos antes de que se casen. Ellos están listos para detener una boda, pero no par...