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Los novios parecían haberse transformado en fantasmas cuando las figuras de José y el tío Mefisto aparecieron de la nada, entrando a la fiesta como un invitado cualquiera

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Los novios parecían haberse transformado en fantasmas cuando las figuras de José y el tío Mefisto aparecieron de la nada, entrando a la fiesta como un invitado cualquiera.

José fue quien más atrajo la atención, miraba a su hija sentada en la mesa de honor con una expresión difícil de decifrar. Por un incómodo momento nadie supo qué hacer, al menos los que eran conscientes de la situación, porque la mayoría de los amigos de los recién casados estaban sentados, hablando como si nada.

Romeo le echó un vistazo, las pocas veces que se había cruzado con el padre de Julian, este había actuado como sí él no existiera, no era exactamente hostil, pero si volvía todo bastante incómodo. Sin embargo, a pesar del extraño ambiente que causaba su presencia, él no podía evitar quedarse consternado ante el parecido tan increíble que tenía con su hijo.

Sonrió, Mefisto De La Vega abrió la boca, causando que todo el mundo cambiara su atención hacia él. El hombre no parecía leer bien el ambiente, y les hablaba a todos como si nada, a pesar de que sus familiares estaban pálidos del espanto.

Romeo apretó los labios cuando la mirada de José Julian se cruzó con la de Romero, quien estaba pálido ante la presencia del hombre, se veía realmente nervioso y desviaba la vista entre el recién llegado y Juliana. Romeo frunció el ceño ante la situación, preguntándose qué era lo que pasaría a continuación, todos en la mesa parecían estar un poco confundidos ante la situación y no era para menos.

Juliana se levantó de la mesa seguida de su esposo y se dispusieron a recibirle, pero este a penas y contestó el saludo de la chica. Lilia observaba todo desde su asiento, evaluando el momento en el que debería intervenir.

El hombre les dijo algo antes de salir del lugar, seguido de la pareja de recién casados hacia un lugar más allá, donde no pudieran escucharlos.

Julian, por su parte, estuvo tentado a intervenir un montón de veces al ver como aparentemente se levantaban la voz y Romero se colocaba enfrente de Juliana como un instintivo acto de protección. Preocupado, se mordió el interior de la mejilla, mientras movía la pierna derecha, era muy difícil saber que estaba ocurriendo porque sus figuras apenas se veían en la oscuridad. Estaba tan concentrado en la escena, que casi saltó de su lugar cuando Romeo le tomó de la mano para intentar calmarlo.

Ellos se miraron un momento, para después regresar a lo que estaba ocurriendo con los novios. Sin preocuparse porque los vieran, enredó sus dedos con los de Romeo, temiendo que la bomba explotara en cualquier instante, pero su padre movía la boca controlando poco a poco su carácter, mirando a su hija con tono severo.

Movió los dedos con nerviosismo al notar que Juliana se frotaba la cara, debía estar llorando, pero a pesar de ello Romero se hallaba menos a la defensiva. Pudo ver claramente el momento en que la conversación bajó de tono hasta que su padre alargó las manos y abrazó a la chica.

Romeo y Julian (LCDVR #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora