Al final, Romeo se metió bajo el paraguas de Julian, ignorando el hecho que se suponía que estaban enojados entre ellos. Tampoco hizo comentarios cuando sintió que su hombro se mojaba mientras era evidente que Julian estaba perfectamente seco, no era el momento, de hecho lo único que Romeo podía pensar en ese momento era que jamás se convertiría en padre.
"Y tampoco irás a Paris si te demandan por poner en riesgo a un menor" se regañó.
—Deberíamos llamar a la policía, tal vez ellos puedan encontrarlo más rápido —dijo Julian andando a paso apresurado, mientras Romeo intentaba seguirle.
—¿Estás enojado conmigo? —preguntó, sin poder controlar su lengua. Cómo era evidente, tendía a decir cualquier cosa cuando estaba alterado. Sin embargo, enseguida se retractó de sus palabras—. Mira, olvida eso, no es divertido, tenemos que buscar a Giordano —aclaró desviando la mirada.
—Estaba a punto de partirte la cara de un karatazo —gruñó arrugando la nariz, en un gesto que a Romeo le pareció encantador—. Se supone que eres tú el que se preocupa por el chico mientras yo me enojo y soy irrazonable—se quejó dirigiéndole una mirada de enfado. A pesar de sus rudas palabras, había un poco de vergüenza en su expresión.
—Lo siento, aportaré ideas... —dijo de inmediato, quedándose pensativo un instante antes de seguir hablando—. ¿Por qué no le preguntamos al recepcionista? Quizás dejó un mensaje para nosotros antes de irse —agregó encogiéndose de hombros. Julian se detuvo sin previo aviso, causando que Romeo se saliera un momento de la sombrilla antes de retroceder.
—Eso no se me había ocurrido —murmuró, antes de reanudar el paso—. Bien, haremos eso, si no hay nada, contactaremos a la policía —convino antes de, casi, comenzar a correr.
Apresurados, se dirigieron al motel donde se habían hospedado y se encontraron con el encargado a punto de largarse del mostrador. El tipo les vio, seguía mascando chicle y haciendo bombas con la boca. Julian frunció el ceño, no le agradaba para nada, tal vez era cosa de la apariencia desaliñada que portaba, porque había intentado sumarle cargos al pago del motel o porque le había conocido en mal momento, pero su sola presencia le ponía de malas.
—Ey, tu —Le llamó Romeo, quien sentía la misma aversión por el hombre que Julian—. ¿Has visto por aquí a un chico inmenso, de pelo rojo teñido, con camisa a cuadros y unos audífonos enormes? —preguntó, con la esperanza de que el hombre no se acordara de ellos. El tipo les miró fijo, haciendo una bomba antes de contestarles.
—¿El bebé menor de edad?
—Ese mismo —masculló Julian.
—Ah...—por un momento se quedó pensando—. Creo que no han hecho un buen trabajo enseñándole, porque me ha preguntado por lugares aquí cerca donde divertirse —dijo, como si fuera lo más normal del mundo que menores de edad acudieran a moteles con personas adultas.
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Romeo y Julian (LCDVR #1)
Romance(LGBT+) Las vidas de Romeo y Julián están llenas de problemas. Sus familias se odian. Sus hermanos, Romero y Juliana, se fugaron juntos. Tienen tres días para encontrarlos antes de que se casen. Ellos están listos para detener una boda, pero no par...