Marina miró el teléfono. No tenía idea de lo que iba a decirle a sus padres ¿Realmente sería capaz de mentirles con respecto al paradero de sus hermanos? Ella apretó los labios, viendo a Zeppelin acostado a su lado. El animal movía la cola y la miraba, expectante a lo que ella tuviera que hacer o decir.
Confundida llamó a uno de sus números de marcación rápida. Necesitaba la ayuda de un experto escaqueándose de su familia a escondidas, alguien que supiera mejor que ella como dirigirse a sus padres y mentirles en la cara. A ver, la misma Marina tenía sus propias mañas, pero en ese momento tan crucial necesitaba una actuación perfecta y Mika era la persona indicada para ayudarle.
Frunciendo el ceño, aguardó que alguien le contestara al otro lado de la línea. Después de tres tonos, escuchó su voz.
—¿Marina? —preguntó, casi gritando—. ¿Ocurre algo? —Ellos no eran mucho de llamarse, de hecho, era una costumbre escribir y que el otro contestara cuando estuviese libre, sus últimos chats estaban llenos de audios largos con horas de diferencia entre respuesta y respuesta. Las llamadas estaban reservadas para cuando había algo urgente y según Marina, aquella era una situación de urgencia.
—¿Estas ocupado? Necesito tu cerebro maquiavélico para salir de apuros —comentó haciendo una mueca. El pequeño estudio que su padre le había acondicionado en la casa era un buen sitio para esconderse en esos momentos. Desde la ventana podía observar el patio y darse cuenta cuando sus padres llegaran, en ese momento no había nadie en la casa. Suspiró, tenía una media hora antes de que su madre apareciera preguntando por Juliana.
El abuelo se veía muy desesperado en los últimos días. Quizás aquel estirado con quien planeaba casar a su hermana mayor estuviera presionándole para quedar con ella. En parte era la razón por la que Juliana tenía tantas escapadas a la ciudad. El tipo era uno de esos que pensaban que cuando una chica te mandaba al diablo, en realidad estaba haciéndose la difícil.
También era un poco mayor y siempre sacaba a colación el tema de los hijos. El tipo era apuesto, pero la situación era tan desagradable, que Marina no podía ni verlo.
—¡Papá! —gritó Mika al otro lado de la línea. Marina estaba segura que se encontraba trabajando en el restaurante, podía escuchar las campanas y el ruido de la gente de fondo—. ¡Voy a salir un momento!
—¡A dónde vas! —gritó el hombre. Su voz se elevó por encima de ruido, al menos lo suficiente para que ella pudiera escucharlo.
—¡Es mi novia! —respondió—. ¡Quiere que le ayude con una tarea de la escuela!
El padre de Mika tardó un momento en responder, quizás dudaba si darle permiso de salir o inspeccionaba la cantidad de clientes que había en ese momento.
—¡Está bien! ¡Pero vuelve enseguida! —decidió por fin, el padre de Mika tenía una apariencia dura, pero solía ser bastante amable. Ella lo conoció un mes atrás, el hombre la trató muy bien.
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Romeo y Julian (LCDVR #1)
Romance(LGBT+) Las vidas de Romeo y Julián están llenas de problemas. Sus familias se odian. Sus hermanos, Romero y Juliana, se fugaron juntos. Tienen tres días para encontrarlos antes de que se casen. Ellos están listos para detener una boda, pero no par...