Julian suspiró entrando a la casa, escuchando voces y risas.
Cansado se asomó a la habitación, donde Romeo estaba recostado en la cama mirando su computadora. Al verle entrar levantó la vista con una sonrisa en el rostro. Julian sintió como si el estrés fuese drenado de todo su cuerpo, se sacó los zapatos, la chaqueta, lanzó el maletín en algún lugar y se dirigió a la cama.
—¿Estás hablando por Skype? —preguntó asomándose, empujándole para acomodarse a su lado y este rodó dejándole un espacio.
—Es Giordano —dijo—. Ya volvió a la escuela.
—¿En serio? —preguntó Julian viendo la cara sonriente de Giordano a una bajísima resolución—. ¿Dejarás de causarle problemas a tu madre? —comentó acomodándose en el colchón.
—No, nunca —Giordano se cruzó de brazos y luego sonrió—. ¡Hola Julian! ¿Qué tal?
—¿Qué tal? Horrendo—contestó este recostando la cabeza en el colchón, sin mirar a la pantalla, había sido un día cansado.
—¿Estás bien? —murmuró Romeo depositando un beso en su mejilla.
—Hay una fiesta de navidad —dijo colocándose la mano sobre los ojos—. Y quieren que te lleve —no pudo evitar que aquello sonara como el peor castigo de la historia.
—¿Ah? —Romeo le miró arrugando la nariz—. ¿Y eso?
—Políticas de la empresa —contestó.
—Suena divertido —habló Giordano al otro lado de la pantalla.
—Lo sería —dijo Julian—. De no ser porque en el trabajo piensan que Romeo es un golpeador —espeto, soltando aquellas palabras sin pensarlo. De inmediato se arrepintió de ello.
La escandalosa carcajada de Giordano amenazó con reventar las bocinas, mientras Romeo le miraba levantando una ceja.
—Vaya...—hizo una pausa—. Pues me has dejado sin palabras —aseguró ladeando el rostro, sin terminar de creerse lo que Julian le había dicho.
—Sí, y creo que se van a poner pesados en cuanto te vean llegar —aseguró a modo de advertencia, como diciéndole que se negara a asistir.
—Pues, se van a sorprender cuando vean que el golpeador es tan guapo y encantador —aseguró acomodándose en la cama con una sonrisa satisfecha. Julian resopló.
—Los voy a matar a todos —dijo—. Los voy a partir en pedacitos si te dicen algo raro —Julian siempre terminaba utilizando expresiones violentas cuando alguien le sacaba de sus casillas, lo cual, sucedía bastante a menudo.
—Bueno, trataré de que no me coman vivo—dijo haciendo una mueca que denotaba mucha seguridad y luego se le quedó mirando a Julian—. A menos que no quieras que vaya, que si no quieres no hay problema.
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Romeo y Julian (LCDVR #1)
Romance(LGBT+) Las vidas de Romeo y Julián están llenas de problemas. Sus familias se odian. Sus hermanos, Romero y Juliana, se fugaron juntos. Tienen tres días para encontrarlos antes de que se casen. Ellos están listos para detener una boda, pero no par...