Extra- Parte 3

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Antes de la media noche los empleados con niños se marcharon y los hijos de Bonnet aparecieron para llevarse a sus propios niños

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Antes de la media noche los empleados con niños se marcharon y los hijos de Bonnet aparecieron para llevarse a sus propios niños. Las criaturas habían pasado toda la noche atosigando al músico, quien suspiró cuando el lugar quedó despejado de menores de edad y pudo elegir una selección mucho menos caprichosa que antes.

Romeo y Julian habían tratado de mantenerse juntos todo el tiempo, pero Bonnet secuestró a Romeo atosigándole con preguntas sobre el clima y el paisaje de los lugares a los que había viajado, mientras Julian trataba de convencer a Maxime de que no estaba enojado con él por el malentendido.

La noche apenas comenzaba y todos los solteros, que eran la mayoría de los empleados, parecían estar tomando confianzas gracias al alcohol, de modo que subían el volumen de sus voces mientras exclamaban cosas que podrían ser dichas perfectamente en un tono moderado.

Julian suspiró, a pesar de todo se sentía más tranquilo. Por lo general no se preocupaba demasiado por lo que las personas pensaran de él, pero había descubierto que terminaba poniéndose como un energúmeno cada vez que alguien hacía siquiera una insinuación sobre Romeo, así que, después del cambio de actitud de la mayoría, fue como si le quitaran un peso de encima.

Tomó un trago ignorando a Maxime, hasta que este se rindió, marchándose de ahí para hablar con el resto.

—¿Te dejó solo tu novio? —Julian se giró encontrándose con Norbert, quien se acomodaba a su lado y se notaba un poco pasado de copas. Lo notaba por la expresión ligeramente perdida y la cara roja, aunque en general no arrastraba las palabras ni olía a alcohol.

—El jefe lo secuestró —aseguró señalando con la cabeza hacia el sitio donde Romeo hablaba con Bonnet. A la gente le gustaba hablar con Romeo y casi siempre terminaban tratando de acaparar su atención. A Julian le daba igual, ya estaba acostumbrado y hasta cierto punto, complacido. Su jefe era un hombre de personalidad caprichosa, así que verlo tan entusiasmado en una plática era una buena señal para todos.

Estaba casi seguro de que el siguiente día hábil Bonnet le contaría lo simpático que era su novio y Julian ganaría puntos en el trabajo,

—Si fuera yo —dijo suspirando—. Nunca te dejaría solo —Él se recargó de la mesa mirándole fijamente y Julian se giró con los ojos muy abiertos.

—¿Cómo dices? —preguntó frunciendo el ceño. No estaba del todo seguro de haber entendido lo que el hombre trataba de decirle.

—Que si yo fuera tu novio no te dejaría por nada —aseguró—. Sin importar quien tratara de hablar conmigo, siempre te tendría a mi lado.

Julian guardó silencio, luego miró el vaso con alcohol en su mano y los ojos vidriosos con los que Norbert lo miraba. Supo entonces que no estaba actuando con sus cinco sentidos alerta.

Suspiró.

—Para con eso, estás tomado y mañana vas a arrepentirte de lo que dijiste hoy —aseguró volviendo a centrar su atención en su propia bebida. Julian no se había emborrachado desde que estaba con Romeo, probablemente porque sus razones para beber se centraban en apaciguar los sentimientos que tenía por el hombre y este probablemente no tenía tiempo ni para pensar en ello.

Romeo y Julian (LCDVR #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora