La van a pagar playboys

Pruebamelo

No sabría cómo expresar con lujo de detalles todo lo que sentí. Solo puedo comentar a ciencia cierta que salí de mi órbita, me perdí. Esa que no podía controlar su cuerpo o sus reacciones definitivamente no era yo. ¿A dónde me fui? ¿A dónde me llevó el egocéntricentrico este? 

— ¿Ves?— dijo soltandome— Así si me gusta.— comentó sin una pizca de nada, como si estuviera acostumbrado a besarme. Yo sintiendo las mil maravillas y para él solo fue un beso más con una tonta más. Me tumbó de la nube con una sola pedrada.

— He tenido mejores querido! —respondí desafiante— No se que tantos son tus aleluyas. ¿Eso era todo?

  — ¿Ah? Mira bonita, conmigo no tienes que fingir. Tu temblaste entre mis brazos.— dijo con todo su egocentrismo. 

— Jajajaja pruebamelo— contesté. No iba a dejar que me ganara o que me pusiera por el suelo. A tipos como él, por más que muevan montañas dentro de nosotras, hay que demostrarles que no hacen ni cosquillas. Pasiones despierta cualquiera, sentimientos, pocos.

Cuando Max estaba a punto de responderme con una de las suyas...

—Eyyy Gabi! Al fin nos volvemos a ver—gritó Isa.—La hemos pasado increíble.

— Nosotros también! No creerías es todo lo que me atreví a subir por este loquito— comentó Ale— ¿Y ustedes? ¿Qué tal? 

—  La hemos pasado super bien. Aquí mi amigo Max me dejó sola para ir a...

—  Comprar unas cosas y me caí— me interrumpió para que no comentara lo del beso con la otra chica. Para él era mejor cualquier cosa antes que admitir lo que le hice .

 — Jajajajaj sii, eso pasó. Cayó en la boca de una niña besucona— dije. No iba a dejarlo ganar por nada — cuentales por fa.

— ¿Cómooo?  Jajajaja cuenta cuenta!

— No seas bromista Gaby. Mejor cuentales que la besucona tiene tu mismo nombre y apellido.— Oookay! No quería que se supiera que se besó con una chamaca pero si quiere subirse en un trono porque me robó un beso. 

 — Jajajaja chicos controlen a su amigo. Creo que el helado le congeló el cerebro.

—   Miren que chulo está eso— interrumpió Ale— Vengan! Vamos a subir todos— comentó Isa al darse cuenta de que Max intentaba seguir hablando de algo que obviamente había pasado entre nosotros dos.

Esa noche fuimos niños otra vez. Nos subimos en todos lo juegos "habidos y por haber", como diría mi abuelita. Brincamos, jugamos, gritamos de emoción... Liberamos a los niños que teníamos reprimidos dentro.