Capítulo 25:Un mejor amigo es el que te recuerda el infausto pasado.

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Yoel ha estado molesto conmigo en estos últimos tres días, y la culpa es mayormente de Lourdes. Por una parte me alegro de estar fuera de los maltratos verbalmente de la odiosa, pero por otro lado extraño los cafés gratis.

Suelto un largo suspiro mientras me acomodo en nuestra banca favorita del parque.

ーOye Melissa ーy en estos últimos tres días no me ha mencionado con la palabra "amore", sino sólo por mi nombre ー, esta noche no estaré disponible para ti ー. Se pone de pie ー, tengo un asunto pendiente... Nos vemos luego. ーComenzó a caminar alejándose de mí.

Un dolor atravesó en medio de mi pecho, quedándome inmóvil y para empeorar la situación mis ojos me ardían a causa de las lágrimas que amenazaron con salir, pero lo contuve con ferocidad... ¿Por qué actúa de esa manera tan distante y frío conmigo? ¿Acaso hice algo realmente grave para que esté de ese modo? No entiendo su forma de actuar, nunca antes se comportó de esa manera... Pero no conseguiré respuestas si no lo enfrento pidiéndole una explicación, entonces me armé de valor.

ーEspera Yoel, no merezco este trato. ーMi firme y potente tono de voz logró detener su andar ladeando la cabeza a observarme sin voltear el cuerpo.

¡No puede ser!

Esa mirada molesta con el ceño fruncido convirtió a mi valor en arrepentimiento... Esa forma de mirarme volvió después de 3 años.

No lo hagas, por favor, esa no es la solución. ーRogué al chico que se encontraba a orillas de un precipicio, intentando quitarse la vida.

Esa noche de madrugada ーen mi segundo día del aburrido campamentoー no pude conciliar el sueño por haberme dormido toda la tarde a escondidas de los superiores, por lo tanto decidí salir del dormitorio de la cabaña de chicas, dirigiendome a la cascada para relajarme un poco pero grande fue mi sorpresa al encontrarme a un chico del instituto Norte que también estaba hospedandose en la cabaña por motivos de reunión de institutos para una alianza o algo parecido, estando a segundos de lanzarse a un profundo precipicio cerca de la cascada. Al chico nunca lo había visto por lo tanto deduje que debía tratarse de un alumno del otro instituto.

Tú qué sabes de mi vida para decir tal estupidez de que no es la solución, idiota. ーMe lanzó una mirada de odio, con el ceño fruncido, transmitiendome una sensación de angustia y desesperación.

La necesidad de llorar al recordar ese acontecimiento cuando conocí a Yoel por primera vez era de dolor y tristeza.

Él continuó su camino al darse cuenta de mi silencio absoluto... Lo dejé ir a propósito porque esa mirada fue un balazo para mi frágil corazón que no pudo soportar su expresión, obligando a mis labios mantenerse en silencio.

¡Mejores Amigos! ||Parte 1|| ||Finalizado||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora