La hora con el señor Reed se me hace eterna. Me costaba mucho concentrarme en la clase, las porristas seguían mirándome de fea manera, pero Laura aun mas. Realmente no entiendo que tiene de malo el pasar tiempo con Damon, al fin y al cabo, no termino en la misma situación que ellas así que no tienen por que preocuparse. Nada va a pasar, nada.
Por fin toca el timbre, guardo mis cosas y me levanto de mi pupitre, Will estaba parado a mi lado, le sonrío y el me devuelve la sonrisa.
- Note que estabas muy mal como para prestar atención a la clase, y como se que tus calificaciones te importan, te escribí los apuntes importantes de hoy. Estarán en el examen- me entrega la hoja que tenia en su mano. ¡Que genio es!
- Oh, Will -sonrío agradecida- Eres el mejor, muchas gracias.
- No hay de que -me sonríe- cualquier cosa que necesites puedes contar conmigo
- Gracias, tu también -nos abrazamos. Salimos juntos del aula y nos encaminamos hacia la salida, me despido de el y se sube a su motocicleta, es una especie de chico rebelde escondido en alguien tímido.
Voy hacia donde estaban Ángela, Kate y Luc.
- Hola -saludo fingiendo estar bien. No quería preocupar a mis amigos, necesitaba un sincero abrazo de algunos de ellos, pero prefiero no preocuparlos. Por suerte no notaron que estaba mal, aunque Ángela me seguía estudiando con la mirada, le sonrío y ella solo asiente estando aun insegura de mi animo. Creo que me conoce demasiado, o soy pésima mintiendo.
Agradezco que Kate y Luc hayan roto el silencio haciendo sus típicas bromas, todos nos reímos, estaban imitando a dos chicos del instituto, dos hermanos ricos y algo superficiales. Luc los imitaba muy bien. Me hizo bien un poco de risa.
Después de las risas nos despedimos de Luc. Nos subimos al auto de Ángela y emprendimos el viaje a casa, ya había olvidado mi pequeño malestar de hoy. Mis amigos eran mi sostén en todo esto. Cuando llegamos a mi casa me despido de Ángela, Kate ya había quedado en su casa, al entrar a la mía noto que me encuentro sola. No tenia hambre, por lo que subo a mi habitación y me acuesto en la cama mirando el techo pensando en el hoy. En Damon, en como estaba siendo conmigo, me encuentro sonriendo por lo que niego con la cabeza. Pienso en la reacción de Laura y sus compañeras conmigo, si mi amistad con Damon sigue, me voy a tener que acostumbrar a que sea así. Aunque no creo poder soportar de sus abusos.
Mi celular, que se encontraba en la mochila, empieza a sonar a modo de llamada, medio que sonrío al ver el nombre cuando lo tomo.
- Fan de las matemáticas -me burlo de el y escucho una risita del otro lado.
- Tutora mía -por alguna razón la palabra "mía" hace que me ruborice- Llamo para saber como estabas.
- Estoy bien
- ¿Segura? Me contaron lo que paso.
Supongo que no me va a decir quien le contó, así que me ahorro esa pregunta. No creo que alguna de sus porristas le hayan contado.
- Oh, eso... no fue nada. De todas formas gracias por llamar
- ¿No fue nada? Fue mucho. No tienen que tratarte así, hablare con Laura...
- No-digo rápidamente- No es necesario, en serio Damon
- Pero preciosa...
- No, Damon. Gracias, pero me odiara mas al ver que tu me defiendes
- Pues, que le den. Laura no me interesa, y si vuelve a tratarte así me lo haces saber, ¿Okey?
¿Por que esta siendo así conmigo? Me siento totalmente extraña. Algo causa en mi interior, que el chico mujeriego y mas ganador del instituto me este diciendo esto. Causa una extraña sensación. Si estamos empezando una amistad, se esta comportando como amigo, no tengo por que sentirme así. ¡Vamos, Nina! Hace días atrás no lo podías ni ver y ahora causa esto en ti.
- ¿Preciosa?
- Lo siento, me perdí en mis pensamientos.
- ¿Y bien?
- Esta bien, te lo haré saber.
- Gracias -puedo notar como sonríe al otro lado- Cambiemos de tema, ¿le temes a la altura?
- ¿A que viene esa pregunta?
- Solo dime si o no.
- Creo que un poco.
- Hmm... pues veremos si ese poco es mucho o nada.
- ¿A que te refieres?
- Lo sabrás el sábado. Ahora te dejo así llamo para confirmar
- ¿Confirmar que? - escucho su risa y provoca que sonría.
- Ansiosa, lo sabrás el sábado. Adiós, linda
- Adiós Damon.
Corto. ¿Que demonios me pasa? ¿Por que sonrío? Hace días provocaba que frunza el seño a tal punto de hacerme doler, y ahora le sonrío. Se me viene a la mente la pregunta de Ángela "¿Te gusta?" ..... No me puede gustar, debo estar sorprendida por su amabilidad. Nunca lo había visto así. Me encuentro sumergida en un mar de pensamientos, no se que me ocurre, pero se con seguridad que no me gusta, para dejar estos pensamientos de lado, cojo mi libro de Divergente y sigo con mi lectura.
Escucho que el auto de Ryan estaciona en el garaje, cuando el motor se apaga y las puertas se abren, escucho una risa femenina. ¿Ryan llegando a casa con una chica? Me asomo a la ventana, pero no los alcanzo a ver, ya habían entrado.
- ¿Nina? -me llama Ryan- ¿Estas en casa?
- Si -contesto pegada a la puerta.
- Pues ven, alguien quiere verte.
Bajo las escaleras y me dirijo hacia la cocina, me encuentro con Ryan al lado de una chica de cabello rojizo ondulado, de tez blanca con pequeñas pecas que le iluminaban el rostro, sus ojos eran verdes, era muy hermosa. Le sonrío respondiéndole a su sonrisa, esperando que me dijeran quien es.
- ¡Cuanto creció, Ry!-articula ella- Esta muy hermosa, creo que tienes una escopeta por ahí escondida ¿no?-bromea ella y el se encoge de hombros sonriendo- Lo siento, no me presente. Soy Emma, tengo un recuerdo de ti siendo niña-sonríe.
¡Oh, Emma! La novia de la infancia de Ryan, en cuanto dice su nombre miro a Ryan que estaba sonriendo: -Quiso ver cuanto has crecido, y ver a mama-me contesta y vuelvo a mirar a Emma.
- Hola-le sonrío- Pues... yo no tengo ningún recuerdo tuyo.
Sonríe asintiendo: - Tu hermano siempre me habla de ti.
Nos sentamos los tres en la sala y comenzamos a platicar esperando por mi madre. Emma era una chica alegre, divertida y muy buena, en sus ojos había mucha bondad. Le pregunte a que se dedicaba y me dijo que era fotógrafa y estaba estudiando periodismo, era muy interesante. Me agradaba mucho, quería que fuera mi cuñada y se lo hice saber a Ryan con una mirada y el solo reía.
Mi madre entra y cuando ve a Emma se emociona :- No puedo creer que seas tu, que grande estas mi niña-la abraza.
Nos disponemos a preparar la cena, Emma quería ayudar pero con mi madre la corríamos amablemente. Me agrado mucho conocerla.
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Opuestos
Teen Fiction-¿Te conozco? Me mira dubitativo. No creo que sepa quien soy, él no mira a chicas como yo. Él mira a chicas que llaman la atención por ser atractivas, o... fáciles. Mas que nada fáciles. -No creo que me reconozcas, no soy del tipo de chicas al que m...