Capitulo cincuenta y dos.

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- Realmente tienes que aprender a comer -estábamos en el hotel cenando después de una hermosa tarde juntos en el mar. Me reía al ver como Damon devoraba sus capeletis con salsa roja. Tenia salsa en ambas comisuras de sus labios y cuando sonrió me provoco ternura- Eres un desastre -digo entre risas y cojo la servilleta para limpiarle. Se me queda mirando fijamente a los ojos unos segundos, y luego sonríe bajando la mirada- ¿Que? -le pregunto.

- Nada -sonríe- Solo estoy recordando el como me rechazabas y tratabas cuando me acercaba a ti -se ríe- Te ponías muy nerviosa cuando me acercaba, y eso me gustaba mucho porque las demás no se ponían nerviosas. 

- Eras muy molesto, y ya no sabia que hacer contigo -me río recordando también.

- Y mírame ahora -me mira a los ojos- Completamente enamorado de ti.

Sonrío: - Mírame tu ahora, también completamente enamorada de ti. No te soportaba, no podía verte que ya me molestabas -suspiro sonriendo- Y ahora te amo cada día mas, y el verte provoca felicidad -Damon sonríe con ese brillo especial en sus ojos.

- Estoy seguro que me hiciste alguna brujería -se cruza de brazos.

Me río: - ¿Yo? Eras tu el que no dejabas de molestarme. ¿No seras tu el de la brujería? -me cruzo de brazos imitándolo. Alza una ceja, y hago lo mismo. 

- Tu me embrujaste con tu simple persona, y yo te embruje con mi sensualidad -estallo en una risa haciendo que las personas allí presentes nos miraran- Nina, compórtate. La gente te mira. Me haces pasar vergüenza -dice serio, pero jugando conmigo.

- ¿Asi que tu sensualidad? 

- Exacto. No pudiste resistirte mas a mi y por eso te dejaste seducir, para luego enamorarme. Eres una perra -se ríe y yo también lo hago.

- Oye, tu querías llevarme a la cama la noche de la fiesta. Tu eres la perra.

Se ríe, y luego suspira sonriendo y me mira a los ojos: - Siempre estaré agradecido de la fiesta de Hilary. Ahí te vi, y desde ese día no pude sacarte de mi cabeza. Y ahora estas mas allá de mi cabeza, en mi corazón y de ahí no saldrás. No te dejare hacerlo.

- ¿Cuando vas a dejar de decirme todas estas cosas? Solo logras que te ame mas, y me sienta mas feliz de estar contigo.

Sonríe: - Es que quiero que seas feliz, y conmigo. ¿Me amas?

- Mucho, de una forma inexplicable -el brillo de sus ojos se hace mas brillante y sonrío.

**

Luego del postre, subimos a nuestra habitación. Mientras Damon se bañaba, yo estaba viendo una nota que le estaban haciendo a Bruno. Estaba muy contento con su gira, y con sus fans, agradeció el amor infinito que le brindan. Era tan hermoso. La conductora del show en el que estaba le pidió si podía cantar una canción, y el felizmente acepto. Se dirigió al pequeño escenario y empezó a cantar Grenade. Amaba la pasión con la que cantaba.

Estaba sentada indio, abrazando a un cojín mientras lo escuchaba y observaba. Comienzo a cantar por lo bajo, siguiéndolo. 

No me había dado cuenta que Damon había salido del baño hasta que se cruzo frente a mi con su torso desnudo y una toalla negra en su cintura. Lo observo un momento y luego vuelvo a donde estaba, seguía cantando.

- Eres adorable -dice al verme y se sienta a mi lado observando el show- Si ahora estas así viéndolo solo por televisión ¿Como estarás mañana? -se ríe.

- Peor -lo miro- Tendrás que aguantarme, y aguantar a otras cientos de chicas -se agarra la cabeza y me río- Damon... -lo llamo mientras estaba cambiándose, se gira y me mira.

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