Capitulo cuarenta y ocho.

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- No olvides pedir los deseos -le dice Sophie a su pequeño hermano. Nos econtrabamos en un pequeño restaurante familiar. El mozo del lugar al enterarse que era el cumpleaños de Lucas, trajo una mini torta especialidad de la casa en el dia de los cumpleaños. Lucas cierra los ojos pidiendo sus deseos y le sonrío con ternura. Estaba vistiendo mi regalo.

- ¡Listo! -grita feliz y sopla la vela. Todos le aplaudimos muy contentos.

Disfrutamos del pequeño pastel de vainilla. Observo a la familia que tengo a mi alrededor y los veo riendo, sonriendo y hablando sobre distintas cosas. Me pregunto si alguna vez hubo alguna discusión en esta familia, se veían tan felices y llenos de vida, y era algo que me encantaba.

No me puedo imaginar a Lorie ni a Mateo regañiando a gritos a sus hijos, los imagino retándolos tiernamente y me dan ganas de abrazarlos. Lo bueno de los chicos Balleti, es que no abusan de la bondad de sus padres, cualquier adolescente lo haría. 

Recuerdo los gritos que me pegaba mi madre cuando veía que las tortas de lodo estaban por toda la casa, o cuando veía los desastres que hacíamos con Ryan. Eran los gritos que podía dar cualquier madre sin recurrir a una violencia física innecesaria. De hecho no me gustaba ese tipo de padres, con esa violencia. 

" - ¡Los voy a matar! -grita mi madre al ver la suciedad que habíamos causado con Ryan en nuestra antigua sala.

- ¡La bruja ha llegado! ¡Corre por tu vida! -grita Ryan y entre risas salimos corriendo ocultándonos en el patio trasero. Hasta que "la bruja" nos encontraba y nos hacia limpiar nuestro desastre. Siempre le poníamos diversión a este tipo de cosas. Ryan se burlaba en silencio de mama, imitándola  mientras ella nos retaba desde la cocina"

Sonrío ante ese recuerdo. Me hubiera gustado que mi padre sea como Mateo, que haya sido así conmigo, y con Ryan. Pero fue algo ausente en nuestra infancia, seguramente Mateo jugaba con sus hijos, estaba con ellos, los ayudaba con la tarea. Mi padre en eso estuvo muy ausente, pero ahora hace todo lo posible para sanar esas heridas, y llenar ese espacio. Y lo amaba. Y saber que esta sano y feliz me hace feliz a mi.

- ¿En donde estas? -esa perfecta voz hace que vuelva al presente. A este hermoso momento. Lo observo y me estaba mirando- ¿Estas bien? 

Miro a la familia, lo miro a el. Nos miro a nosotros y sonrío - ¿Como no estarlo?

Me sonríe tranquilo y me rodea con sus brazos, aun olía a agua salada.

**

Nos despedimos de esa hermosa familia con un "Hasta pronto" y nos subimos al auto de Damon.

- ¿Como te lo has pasado? -le pregunto.

- Bien -sonríe- Me encanta disfrutar el tiempo con mi familia contigo. Ahora también es tu familia -me mira y le sonrío- ¿Podras quedarte a dormir conmigo?

- Claro, solo tengo que avisarle a mi madre -sonríe feliz y le mando un texto. Cuando lo envio me llega un mensaje de mi padre.

Hija, quiero conocer a Damon. Estaré por allí mañana, crees que podremos conocernos?

Observo a Damon, luego al celular y así infinitas veces.

- ¿No te ha dejado? -pregunta notando mis movimientos nerviosos.

- No... esto, si. Pero no es eso

- ¿Que ocurre?

- Mi padre -frena bruscamente y me mira asustado- No le paso nada -suspira y vuelve a acelerar- Quiere conocerte -vuelve a frenar y me río- Deja eso

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