Opuestos

Epilogo.

¿Estaba temblando? 

Lo estaba. Estaba a nada de entrar y dirigirme al altar donde él me esperaba. Ya estaba lista, me observaba al espejo y no podía creer que este día había llegado. Pero llego, todo esto es real. 

Desde donde estoy puedo escuchar muy por lo lejos las voces de los invitados, esperando impacientes. La ceremonia se iba a hacer en el campo de los padres de Damon. Desde la ventana podía observar la decoración, de la cual se encargo Ángela. Habia dos grupos con bancos de madera en ellos, un espacio por el cual entraría yo, en el camino hacia el altar había pétalos de rosas rojas. Ángela se había pasado, todo estaba hermoso. El altar era una enorme corona de flores. Todos estaban ubicados, menos él. Suspiro nerviosa y vuelvo a observarme al espejo.

- Eres la novia mas hermosa del mundo -mi padre entra a la habitación de los padres de Damon. Sus ojos azules estaban cristalizados, al igual que los mios- No llores, hermosa. No estropees el maquillaje -acaricia mi rostro y me trago las lágrimas- Estoy orgulloso de la persona que hoy eres, y muy feliz de estar presente hoy, para llevarte a la felicidad junto a Damon -lo abrazo y unas cuantas lágrimas acarician mi rostro.

- Te amo, papá. Yo también estoy orgullosa de ti, jamas pienses que no -lo miro a los ojos- Jamas. Y estoy feliz de que estés aquí -sonríe y besa mi frente. Nos quedamos unos cuantos segundos abrazados.

- Cariño, allí hay un hombre que te espera -me mira- ¿Estas lista? -tras un largo suspiro asiento. Salimos de la habitación y bajamos, nos encontrábamos ahora parados frente a la puerta que nos llevaría a la escena principal. Ambos suspiramos y nos reímos de ello y salimos. La canción I don't wanna miss a thing de Aerosmith comienza a sonar, la había elegido Damon para que entrara, según él es la canción perfecta, ya que le recuerda mucho a mi cuando la escucha, y quería que le cumpla el sueño de entrar con ella. Sonrío cuando escucho la intro, y cuando se escucha la letra damos nuestra presencia. Muchas miradas estaban sobre mi, las sentía, pero solo una me miraba con total fuerza y amor. Cuando levanto la vista del suelo, lo veo a el esperándome en el altar y... chau mundo. Nadie estaba a nuestro alrededor. Solo el y yo, una vez mas. Comienzo a caminar, sin dejar de mirarlo. Lo miro y sonrío, y el sonríe con la sonrisa mas hermosa y grande de todas. Lucia perfecto en su traje negro, acompañado de una elegante camisa blanca, junto a una corbata azul. ¿Tan hermoso y mio? ¿A caso esto es real? ¿Él es real? Lo es. Y amo cada parte de el, desde su sonrisa, hasta su alma.

Cuando llego a el, y mi padre me entrega a sus manos, noto que sus ojos estaban cristalizados. Ninguno dejo de sonreír, ninguno aparto los ojos de los ojos del otro. Todo era perfecto. El cura estaba hablando, dando la bienvenida, pero... no se que estaba diciendo. No lo se, estaba perdida en los ojos del hombre que tenia frente a mi.

Se baja el volumen de la musica, y comienzan los votos matrimoniales.

- Verte hoy... vestida de blanco, caminando hacia a mi -comienza el. Estaba emocionado- Es la mas absoluta felicidad. Te veo a los ojos y puedo ver mas allá de ellos y se que nos espera un futuro feliz, cada momento contigo lo fue y lo sera. Has entrado en mi de forma única, y te has instalado en mi corazón para jamas salir -comienzo a llorar- Te amo y te amare todos los días de mi vida -sonrío llorando. ¿Que iba a decir ahora yo?  

- Siempre dejándome sin palabras -digo y todos se ríen, incluso el- Recuerdo cuando le tenia miedo al amor, recuerdo que pensaba que nunca llegaría, que no era para mi. Y apareciste tu -sonríe- Si bien, al principio no te soportaba -vuelven a reír- Ahora con una simple mirada tuya se que eres mi persona, y que lo fuiste siempre. Ahora se que existe el amor del que todos hablaban, y se que contigo soy y seré feliz. Cuidare de ti todos los días de mi vida, y te amare, como si cada día fuera el ultimo -sonrío y seco mis lágrimas.