Maya.
Después de aceptar trabajar junto con Samantha en la planeación de la fiesta sorpresa de Adam, me ha preguntado por el regalo perfecto para su hijo, y pensé en su auto, ha quedado destrozado por el accidente y aunque a Samantha no le parece un auto adecuado para quien heredará, al menos, la mayoría de sus negocios, la termino convenciendo de lo contrario.
La idea de que Adam se convierta en alguien tan importante como Ernesto White me aterra de muchas maneras. Supongo que obtener todo de formas tan fáciles y sencillas les resulta encantador a muchas personas; yo soy de las que piensa que la mayor satisfacción de obtener algo, es el arduo trabajo que realizaste durante el proceso, por ese motivo me dolería mucho terminar descubriendo que mi beca universitaria no existe.
Mi teléfono ha vibrado tantas veces que tuve que fingir que iba al baño para poder mirar con calma mi móvil. Al principio creí que era Adam, y las llamadas perdidas no eran de él y pensándolo bien no podrían ser de él, ya que su teléfono al igual que su auto no volverán a funcionar. Era Evan.
Tomando en cuenta que la medre de mi novio esperaba por mí impaciente, en una cafetería muy por debajo del rango de lugares apropiados para una señora de sociedad, decidí ignorar las llamadas, pero antes de salir del baño mi teléfono volvió a vibrar en mis manos y entonces tomé la llamada.
La voz de Evan me ha parecido sumamente calmada para alguien que sabe que estoy muy molesta por lo que le dijo a Adam el otro día, de hecho, a pesar de que lo he defendido frente a Adam, y me agrada tantísimo, siendo honesta no sé hasta qué punto es sano que sigamos frecuentándonos con toda la situación que eso envuelve.
Él me pide mirarnos y es mejor que aclare todo de una vez. Es por eso por lo que me he puesto tan nerviosa en el hospital y sigo nerviosa mientras camino con Katherine a la salida.
¿Por qué le miento? No lo sé con exactitud, se supone que estamos intentando que lo nuestro funcione y lo primero que hago es mentirle. La razón por la cual no quería compañía es porque Evan está esperándome en la residencia y no quiero malentendidos, si Katherine tiene buena memoria seguro lo reconoce.
—¿Nueva tregua con tía Samantha? —pregunta Katherine mientras pone en marcha el auto.
—Quiere hacerle una fiesta sorpresa a Adam, he accedido a ayudar. ¿Quieres involucrarte? Es su cumpleaños retrasado.
—Por supuesto que sí, amo las fiestas aunque debo decirte que Adam las odia, más si son aburridas y protocolarias.
—Lo sé, por eso Samantha cree que puedo organizar algo de su agrado.
—Pues cuenta conmigo y con Franco, seguro le emociona la idea.
Hablamos de algunas ideas para la fiesta y en cuestión de minutos me deja frente a la residencia. Evan está muy cerca de la entrada, está de espalda y dudo que Katherine lo reconozca. Me despido de forma natural y camino hacia la residencia hasta que el auto de Katherine ha doblado en la esquina.
Camino despacio y como si tuviera ojos en la espalda gira hacia a mí justo cuando estoy a dos pasos de él. Sus ojos azules son realmente impactantes y me generan, para variar, más nervios.
—¿Lista?
—Eso creo —tartamudeo un poco.
Caminamos hasta el aparcamiento y no me dice hacia dónde vamos. Mi tensión aumenta cuando dejamos el auto frente al edificio en donde viviré con Adam en un par de días o quizás semanas, todo depende de cómo se desarrollen las cosas. Poco tiempo después estamos en el área de restaurantes cercana a la zona.
El silencio ha sido el principal protagonista, esto no debería de ser tan difícil. Sobre todo porque no ha pasado gran cosa entre nosotros, decidimos ser amigos. ¿Por qué tanta tensión? De alguna u otra forma siento que no debería de estar en un restaurante hablando sobre esto. Le he mentido a Adam y cuando lo hago, nada sale bien.
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¿Cómo volver a ti?
Teen Fiction*Segunda parte de ¿Cómo estar sin ti?* Adam sabe que su vida cobró sentido cuando Maya apareció en su camino, Adam sabe que no volverá a amar a nadie como a Maya, Adam sabe que desde que Maya no está todo es oscuro y turbio, Adam sabe que está dest...