Esta es la historia de Park Jimin, un "estudiante modelo" de ultimo año que está aburrido de su vida, pero que en cuanto conoce a la extraña estudiante de intercambio, la cual ama las armas y oculta un oscuro pasado, descubre los peligros de las cal...
Caminaban por las calles de Seúl, hace menos de media hora que Park había aceptado ser el "ayudante" de Yoon Ji y ya se estaba sintiendo incómodo, no arrepentido, pero sí desconcertado.
No volvieron a dirigirse la palabra, solo caminaban a paso veloz entre los callejones que daban una horrible sensación, por lo que Jimin no pudo evitar hablar primero.
— ¿Dónde vamos?
— A mi departamento — De inmediato a Park le pareció extraño el hecho de que, siendo un criminal que ganaba mucho dinero, se encontrara viviendo en un lugar de mala muerte como ese.
Park hizo una corta llamada, principalmente avisando a su madre que llegaría tarde a casa ya que debía terminar un proyecto, su madre, incapaz de creer que su hijo hiciera nada malo, acepto sin rechistar, por lo que ahora Jimin estaba libre para hacer lo que quisiera.
Al fin llegaron al departamento de Yoon Ji, la chica le indicó que se sentara en el sofá de la sala y Park de inmediato obedeció, mientras ella desaparecía por un cuarto al final de un pasillo.
El lugar era más grande de lo que esperaba, aunque no se comparaba con la enorme casa de sus padres, si el lugar no hubiese estado tan desordenado de seguro sería agradable y acogedor.
— Busca algo en la despensa, si quieres comer — escuchó la voz de Yoon Ji a sus espaldas, cuando volteó se llevó una gran sorpresa, la chica había desaparecido y ante él había un sexy chico... ¿pero qué mierda estaba pensando? A él no le gustan los hombres.
— N-No tengo hambre... así está bien.
— Saldré por un momento, espérame aquí, a la tarde tenemos trabajo que hacer.
— ¿Me dejarás solo?
— Será solo una hora niño bonito... supongo que sabes usar el baño solo — Park frunció el ceño.
— Claro que sí, pero... ¿Cómo te llamas? — Le preguntó mientras veía como el pálido chico se ponía un cubre bocas y tomaba su bolso.
— Yoongi... Min Yoongi — Caminó hacia la puerta y la abrió para salir del lugar.
— Qué original — Dijo Park con sarcasmo, a lo que Yoongi solo le guiñó el ojo y cerró la puerta detrás de él para ir hacia quién sabe dónde, lo último que Jimin vio por la ventana fue al chico caminando por las calles hasta desaparecer por un callejón.
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Habían pasado unos minutos desde la salida del extraño chico, y ante el aburrido panorama de Park, pensó que sería una buena idea ordenar un poco el lugar.
