Una chica llamada Min Yoon Ji | YoonMin

Encariñándose Con El Enemigo

Nota: De nuevo, lo que está escrito en cursiva es narración sobre el pasado.

Llegó a la casa de Jackson alrededor de las nueve de la noche, se sentía algo nervioso por lo que estaban a punto de hacer, pero ya no aguantaba más, necesitaba terminar todo de una vez.

No necesitó llamar a la puerta, supuso que lo vio llegar a través de las cámaras, por lo que entró a la gran casa y se preocupó de buscar al rubio, no tardó mucho en encontrarlo sentado en el mesón largo de la cocina americana.

— Llegas tarde — Habló Jackson.

— Te dije que estaba con Jimin.

— Me da algo de pena por él... es totalmente ignorante sobre esta situación.

— Es mejor así, de todas formas no estaré mucho tiempo por aquí — Tomó asiento frente al rubio.

— Pienso que deberías decirle... de hecho pensaba hacerlo yo, no me gusta que tengamos que vernos a escondidas.

— Esta no es tu maldita decisión Jackson — Bebió de la copa de vino que el chico le tendió.

— Pero lamentablemente estoy en medio de esto, y sabes que eres mi prioridad.

— Y te lo agradezco, pero no metamos a Jimin en esto — Bufó — Mejor terminemos lo que vinimos a hacer.

— Bien... pero primero necesito que te prepares.

— ¿Por qué? — Frunció el ceño.

— Esta vez no será tan fácil, además los que te buscan son gente importante.

— Todavía no sé cómo me metí en este lío.

— Te recuerdo que casi te vas a la cama con un tipo que apenas habías visto y tu novio le partió la cara y... ¡Oh~! ¡Sorpresa! Era el sobrino de Choi... el Ministro que hiciste que destituyeran de su cargo — Habló con sarcasmo.

— Vale... ya entendí.

— ¿Tienes claro que ambos vieron la cara de Jimin no?

— Claro que si... por eso no quiero que sepa de esto... es peligroso.

— Pfff... y por eso prefieres arriesgar tu propio culo — Arrugó la nariz en desaprobación — Además te dije que se podían esconder en mi casa.

— Ya conversamos sobre esto... dijiste que me darías la dirección del idiota que me ha estado amenazando, prefiero resolver esto de una vez y no tener que esconderme.

— Y te la daré, pero insisto en que Park debería saber sobre esto, después de todo es mejor que tú con las armas.

— ¿Podemos dejar de hablar de él?

— Bien... pero que conste que te lo advertí.

Yoongi puso cara de asco ante lo pesado que podía ser Jackson, pero agradeció infinitamente en su interior el hecho de que fuese su amigo y se preocupara por él hasta el punto de hostigarlo con llamadas casi todos los días, con la finalidad de advertirle que tuviera cuidado.

No podía enojarse con él, aún si le había arruinado la tarde con Jimin.

El celular del peli negro estaba sonando.

— Ya vuelvo — Le sonrió.

Caminó hasta su habitación y contestó la llamada, dejando a Jimin sentado en el sofá mordiéndose las uñas.

— Hola, hoy me llamaron de nuevo preguntando por ti, no creo que esta vez se queden tranquilos — Jackson se mordió la uña de su pulgar.