Esta es la historia de Park Jimin, un "estudiante modelo" de ultimo año que está aburrido de su vida, pero que en cuanto conoce a la extraña estudiante de intercambio, la cual ama las armas y oculta un oscuro pasado, descubre los peligros de las cal...
Jimin se volteó en menos de un segundo y por primera vez sus ojos fueron claramente visibles producto de lo mucho que los había abierto.
Con manos temblorosas intentó tocar el rostro del peli negro, el cual tenía una sonrisa que contrastaba con las lágrimas en sus ojos, cuando sintió el tacto de Jimin ladeó su cabeza mientras cerraba sus ojos.
— Eres real — Habló el peli rosa casi en un susurro — Estás aquí.
Yoongi asintió con su cabeza y se lanzó a los brazos de Jimin enrollando sus piernas alrededor de la cintura del menor, mientras unían sus labios en pequeños toques, pero repetidas veces.
— Estás vivo — Susurró Jimin contra sus labios.
— Te amo — Habló en respuesta, sonriendo sobre los labios de Jimin.
— No puedo creerlo — Volvió a besar sus labios sin dejar de mirar los ojos del peli negro, temiendo que en cualquier momento volviera a desaparecer.
— Te amo tanto — Volvió a decir Yoongi.
— Mi amor... Yo también te amo — Lo abrazó con fuerza haciendo que Yoongi soltara un leve quejido.
— Pensé que moriría realmente por no haber dicho jamás que te amaba — Yoongi sonrió.
— Pensé... Y-Yo pensé que tú...
— Lo sé... shh — Besó la frente del peli rosa — Ahora necesito demostrarte todo lo que te amo.
Yoongi se bajó le los brazos de Jimin y salió del agua hasta llegar a la arena. Jimin aún no podía creer que todo esto fuese real.
¿Acaso era un sueño?
Porque se sentía malditamente real.
— No estás soñando — Habló Yoongi respondiendo a su pregunta no formulada, como si pudiese leer su mente.
Jimin sonrió y camino hasta la arena, dejando salir una carcajada de felicidad, ahora si creía que se había vuelto loco, hace unos momentos estuvo a punto de morir y ahora estaba riendo sobre la arena, junto al hombre que ama.
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Yoongi tomó la mano de Jimin y lo llevó hasta la cabaña, no dejaron de besarse durante el trayecto, por lo que varios tropezones truncaron su camino.
Cuando llegaron hasta la habitación Jimin se tomó todo el tiempo del mundo en acariciar el cuerpo del mayor, lo acostó en la cama y primero quitó sus pantalones, dejando besos en el interior de sus muslos.
Yoongi jadeó, el menor dejó una mordida en su muslo izquierdo, tomó las mejillas de Jimin con ambas manos y lo acercó hasta su rostro para volver a besarlo, tan lento que incluso parecía que sus labios estaban dormidos.
Jimin dejó besos en la mejilla derecha de Yoongi y bajó lentamente hasta su cuello, donde dejó una pequeña lamida que hizo temblar al peli negro.
