Una chica llamada Min Yoon Ji | YoonMin

Miedo a Perderte

Nota: Cuando vean la narración en cursiva es por que se narra un hecho del pasado.

Jimin se encontraba a espaldas de Yoongi abrazado a su cintura, mientras se daban una maratón de Juego de Tronos y comían helado sentados en el pequeño sofá del departamento de Yoongi.

Ambos coincidían en que era el mejor panorama para un sábado por la tarde, solo ellos abrazados mientras compartían su calor corporal y debatían sobre una y mil posibles teorías en relación a la serie.

Los días habían pasado así sin más, con un Yoongi que jamás volvió a hablar sobre su horrible confesión y con un Jimin que no le quitaba los ojos de encima.

A penas Yoongi le confesó la idea del suicidio, habló con sus padres y les dijo que se iría a vivir con un amigo, a lo cual no le pusieron ningún reparo y dejaron que hiciera lo que quisiese, siempre y cuando sea responsable para no manchar el nombre de la familia Park.

Por otro lado a Yoongi no pareció molestarle que Jimin se fuese a vivir con él, total desde hace días que se la pasaban juntos, y Jimin no representaba una real molestia, lo único que le incomodaba era que se comportaba "demasiado perfecto", sobre todo cuando veía que el menor dejaba las toallas húmedas colgadas para que se secaran, la pasta dental correctamente tapada e incluso bajaba la tapa de la taza del baño para "mantener el equilibrio de la estética" según él, definitivamente Park Jimin era de otro mundo.

En el colegio no se separaban ni para ir al baño, y cuando quería salir a comprar, Jimin se ofrecía de inmediato a acompañarlo y claramente estaba comenzando a desesperarse con su actitud de mamá gallina, ni si quiera Jin se comportaba de esa manera.

El menor temía que de un día para otro Yoongi desapareciera, y aunque se negó rotundamente a que siguiera trabajando (ya que si juntaba el dinero suficiente se compraría la maldita isla), Yoongi no le hacía caso, por lo que optó por acompañarlo en las misiones, solo para mantener su seguridad intacta.

En muchas ocasiones Jimin intentó entablar una conversación seria con el mayor, para saber que podía hacer por él y si Dios se apiadaba de ellos, Yoongi cambiara de opinión con respecto a suicidarse, pero al parecer Yoongi no tenía planeado cambiar de opinión por mucho que Jimin insistiera, y eso hizo que el menor pasara muchas noches en vela mientras sollozaba en silencio, temiendo despertar al peli negro.

— No me voy a largar a ningún lado Jimin, por favor déjame en paz aunque sea un día — Había dicho Yoongi al mes de vivir juntos.

— Nunca sé que pasa por tu cabeza, ya te fuiste una vez... no quiero que esta vez sea para siempre — Susurró la última oración.

— Escúchame... pienso graduarme del estúpido colegio antes de irme, tal como quería mi Madre, así que déjame en paz por hoy, necesito estar solo para pensar — Dijo con tono cansado, a veces el menor era demasiado insistente.

— ¿Y qué pasa conmigo? — Se atrevió a preguntar con los ojos llorosos, a veces Yoongi era un insensible de mierda, pero tampoco le podía decir eso, porque temía su reacción.

— Lo siento Jimin... era por esto que no quería que lo nuestro funcionara más allá de simple sexo — Se mordió el labio inferior mientras miraba a otro sitio.

— ¿De verdad piensas dejarme? ¿No soy suficiente para ti? — Apretó los puños y bajó la mirada mientras cerraba los ojos.

Unos delgados brazos rodearon su cintura y lo apresaron en un cálido abrazo, Yoongi nunca fue bueno con las palabras, pero al menos quería hacer el intento de tranquilizarlo de esa forma, mientras daba ligeras palmaditas en la espalda del menor.