Las Palabras Sobran

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Se levantó con rapidez de la cama y con paso firme caminó hasta la cocina, esperaba que esa mala sensación en su pecho no fuese nada y Yoongi estuviera en la cocina o incluso en el baño, en realidad daba lo mismo, se conformaba con abrazar su pequeño cuerpo.

No había nadie, el silencio reinaba en el departamento y las manos le comenzaron a temblar, caminó nuevamente, esta vez a paso lento intentando procesar información que ni si quiera tenía, se dio cuenta de que en realidad no sabía nada de Yoongi, si tenía familia, amigos, alguien con quién refugiarse, y su mente intentó tranquilizarlo mientras creaba escenarios en donde Yoongi había salido a comprar algo para el desayuno, o quizás había recibido un nuevo trabajo, pero todo buen pronóstico se vino abajo cuando bajo la almohada de Yoongi, un pequeño papel sobresalía casi burlándose de Jimin.

Lo tomó entre sus manos y fue suficiente para saber que Yoongi había escapado, solo tres palabras que le hicieron entender que el peli negro no pensaba volver, o por lo menos no en un tiempo.

No me esperes

Maldijo por lo bajo y se puso la misma ropa que el día anterior, hizo unas cuantas llamadas y al cabo de unos minutos todo Bangtan estaba buscando algún rastro de Yoon Ji, si, ella, porque Jimin tenía muy en claro que el único método de protección que tenía Yoongi era la chica pálida, la cual aparecía cada vez que la cabeza del azabache se volvía un caos.

Buscó por la tienda donde tuvieron su primera y única cita, pensando que quizás Yoongi, aunque sea un poco, había creído que ese día había sido significativo, pero se equivocaba, no habían rastros de que hubiese pasado por allí.

Recorrió cada callejón cercano, cada lugar en dónde creyó que podría estar refugiado, pero la noche cayó y con ella sus esperanzas de encontrarlo.

Ninguno de sus amigos pudo encontrar rastro alguno, y solo le quedó volver a su casa, tomar una ducha y cambiar su ropa mientras esperaba alguna noticia.

Eran las once de la noche y recibió una llamada de un número desconocido, respondió en menos de un segundo, pero no era la voz que quería escuchar.

— ¿Hola?

— Jimin... ¿puedes venir a buscar a Yoon Ji?

— ¿Quién eres y por qué estás con ella?

— Tranquilo campeón, soy Jackson, y te llamo porque estaba haciendo una fiesta en mi casa y hace un rato apareció Yoon Ji por aquí — Carraspeó un poco — No sé qué mierda se traen entre ustedes ni qué relación tienen, pero desde que llegó no ha parado de beber alcohol, y ella jamás bebe nada, así que me tiene preocupado.

— Joder... — Se le escapó en un susurro — ¿Me puedes dar tu dirección?

— Claro, te la envío en un momento, nos vemos...

— Jackson — Dijo con un tono un poco más alto de lo normal — G-Gracias.

— No hay de que bro — Y cortó.

Se jaló el cabello mientras buscaba la mierda rosa que se echaba en el pelo cada vez que salía a lugares donde no quería verse como un nerd, gracias al cielo lo encontró en un bolso negro que a veces utilizaba cuando visitaba a Yoon ji, se lo puso en el pelo y se cambió a un conjunto que lo hiciera ver intimidante y guapo a la vez.

Salió casi corriendo y le avisó a sus amigos que la había encontrado solo para que no se preocuparan, pero su sorpresa fue grande cuando Jungkook y Taehyung decidieron acompañarlo en caso de que necesitara ayuda.

A las once y media ya estaban fuera de la casa, ninguno quería dar el primer paso porque sabían que ese ambiente no pegaba con ellos ni de lejos, pero de pronto Taehyung tomó de la cintura a Jungkook y lo empujó hacia adentro de forma suave, y solo entonces Jimin pudo percatarse de que sus amigos se veían jodidamente sexys con sus nuevas ropas.

Una chica llamada Min Yoon Ji | YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora