THE GAME © {#1 Begin Again Series}

CAPITULO XIII || JUSTIN.

« Well I stay tuned and listen to the news and
try to fall asleep at night

Because I'm living in a house with just three walls

So I'm always getting recognized »

-Pressure, The 1975.

'Cuando me deleité al ver tu postura flaquear ante mi...'

JUSTIN

Lunes 18, Abril.
Nueva York, Estados Unidos.

Esto de hacer papeleo es terriblemente aburrido. Hasta leer el periódico es más divertido.

El silencio sepulcral de la oficina que es sólo interrumpido por las hojas me está volviendo loco. Necesito una distracción.

Como si Dios hubiera escuchado mi llamado, siento mi celular comenzar a vibrar sobre el gran escritorio repleto de papeles. Lo busco con rapidez antes de que quien sea que esté llamando cuelgue, y una sonrisa se desliza por mi rostro al ver el nombre de mi hermano menor en la pantalla.

Sin dudarlo un segundo, contesto la videollamada viendo el rostro de Jaxon apoderándose de mi campo de visión.

-¿Cómo funciona esto? -escucho su pequeña voz y no puedo evitar que una carcajada se me escape al ver su ceño fruncido adorablemente mientras intenta averiguar cómo utilizar la extraña explicación a sus ojos-. ¿Justin?, ¿dónde estás? -su mirada se despega del aparato y veo cómo inspecciona la casa en mi búsqueda. Le dificulta decir un par de letras a su corta edad de cinco años, pero me las arreglo para entenderlo.

-Hey, Jax -saludo al darme cuenta que él aún no ha notado que estamos en videollamada.

De pronto, veo el rostro de mi hermano aparecer de golpe en la pantalla y abrir sus ojos tanto como puede con sorpresa-: ¡Justin!, ¡¿cómo te metiste ahí?!, ¡Jazzy, Justin está dentro del teléfono, se lo comieron! -grita en dirección a mi hermana, y debido a su inocencia comienzo a reír.

Me siento cada vez más relajado con la voz de Jaxon. Mis hermanos son una de las pocas personas que logran desconectarme de todos los problemas, son totalmente importantes e indispensables en mi vida; no sé qué sería de mí sin ellos.

-Nadie me ha comido, amiguito -le aclaro al ver su cara contraída en confusión-, estamos haciendo una videollamada.

-¿Qué es eso? -su labio forma un tierno puchero, y no puedo evitar derretirme un poco más. Estoy seguro que este niño tendrá a todas las chicas detrás de él, igual que su hermano mayor.

Le expliqué de lo que se trataba, y aún así él no entendió, fue como si le estuviera hablando en chino. Se lo repetí cerca de tres veces, y él seguía convencido de que el teléfono me había comido o algo por el estilo. Poco más y estuve apunto de explicarle con manzanas.

Me rendí luego de unos intentos fallidos y decidí cambiar de tema, preguntándole por la escuela.

-¿Cómo van tus clases? -una sonrisa aparece en su rostro y sus ojos se iluminan.

No duda en contarme una y otra vez lo bien que la pasa con sus compañeros, lo altas que son sus calificaciones y después de un par de preguntas más suelta tremendamente orgulloso de sí mismo que tiene una novia. Mis cejas se disparan al cielo con sorpresa y no dudo en preguntarle desde cuándo y porqué yo no lo sabía. Comienza a excusarse, pero lo hace tan bajo y tan rápido que no comprendo nada, sin embargo lo dejo pasar. Relata que apenas y están juntos desde hace unos días, y eso es un gran logro para él. Así que como el hermano oso mayor orgulloso del menor, no dudo en felicitarlo y decirle que debo conocer a la afortunada.