THE GAME © {#1 Begin Again Series}

CAPITULO XIX.

« Right now I'm emotional

I lose control, when I'm with you

I hope I haven't said too much

Guess I always push my luck when I'm with you »

-dRuNk, Zayn.

'Cuando di mi brazo a torcer...'

Domingo 31, Abril.
Nueva York, Estados Unidos.

Ignora mis palabras, y observa cada uno de los detalles del cuarto, como si yo no estuviera allí. Me saca de quicio que esté ignorándome, y es en ese momento cuando me doy cuenta que está haciendo lo mismo que hice con él.

Quiero quejarme, pero me detengo al ver que se gira y se sienta en uno de los sillones de la sala, recostando uno de sus brazos sobre el respaldo y poniendo una de sus piernas sobre la otra. Su rostro se gira en mi dirección y hace un ademán con su mano, esperando que me acerque.

Mi postura es tensa debido al enojo que estoy conteniendo, y me debato internamente si debo acercarme o no.

- Ven aquí, Abigail -y ahí vuelve el tono demandante, controlador y dominador.

Su voz me hace saber que no está de ánimos para que comience una batalla innecesaria con él, y sintiéndome extrañamente rendida, me acerco a paso lento.

Por más raro que suene, no quiero pelear con él. Sin embargo, las palabras de Cooper aún resuenan en mi cerebro como una especie de mantra y no tengo idea de qué debería hacer.

Cuando estoy lo suficientemente cerca, estira su cuerpo y su mano descansa sobre mi cintura. Su toque envía escalofríos por mi espina dorsal, y me siento nerviosa.

De pronto, un chillido se construye en mi garganta cuando lo siento tirar fuertemente de mí contra su cuerpo. Estoy arrodillada a su lado, mis rodillas chocan contra su pierna derecha y mi rostro está tan cerca del suyo que logro admirar cada una de sus cinceladas facciones. Mi mano izquierda está sobre su pecho; y se asegura de que no la aleje tomándome firmemente por la muñeca, mientras que intento soportar mi peso en esta incómoda posición con mi mano derecha apoyada en su hombro.

Sus ojos me miran con tanta intensidad, que no puedo evitar encogerme ante su mirada. Su aroma invade mis fosas nasales, embriagándome por completo. Olvido mi enfado anterior y me concentro en ver cada una de sus facciones de cerca. Veo que tiene unos cuántos lunares en su rostro y me deleito con lo oscuros que se ven aquellos pozos de color caramelo que ahora son marrones. Brillan de una manera inexplicable, y es como si, en aquella postura, todo el enojo y molestia desapareciera de sus facciones por un segundo y algo más se apoderara de ellos. Algo increíblemente intenso, abrumador, y hacen que me mire de aquella forma penetrable. Es como si todo aquel enfado y coraje que le han provocado venir aquí, se viera empañado por aquel destello en sus ojos.

Mi pecho se llena de una increíble calidez, y un apretón recibe a mi estómago. Mi cerebro se apaga, y todo pensamiento racional desaparece de mi mente. Un extraño sentimiento se apodera de mi cuerpo, y es como si todo desapareciera a nuestro alrededor.

A pesar de que él es considerablemente más grande que yo, debo mirar para abajo debido a mi posición. Nuestras narices se rozan y debo reprimir el impulso que tengo de frotar la mía contra la suya.

Su aliento se estrella contra mi barbilla, y mi respiración se agita. Mi corazón martillea con fuerza contra mi pecho como si estuviera listo para salir corriendo en cualquier momento.