THE GAME © {#1 Begin Again Series}

CAPITULO XL. [1/2]

MARATÓN [1/2]; porque se lo
merecen♥︎.

« The scratch in your voice leaves me no choice

And I won't give up, and I can't give up

I don't wanna say goodbye to another night

And watch you walk away

I don't wanna let it burn in the city lights

And make the same mistakes »

-Waste The Night, 5 Seconds Of Summer.

'Todos tenemos nuestro punto de quiebre, y luego de aquella oportunidad desechada, finalmente fue mi turno de experimentarlo'

Viernes 5, Mayo.
Nueva York, Estados Unidos.

- No puedes hacerme esto... -me quejo en voz baja, con aquella vocecita en mi cabeza que no deja de repetirme una y otra vez que no puedo reclamarle absolutamente nada, aún cuando estoy apunto de explotar.

- Déjame explicarte -insiste con suavidad, con aquella voz ronca que tanto lo caracteriza, sólo que esta vez parece ser ahogada, torturada...

Comienzo a negar con lentitud mientras cierro los ojos con fuerza, no puedo caer de nuevo en sus redes, no puedo dejarme llevar por él una vez más... Tuvo su oportunidad para explicarse, y decidió desaprovecharla, volvió con ella.

Siento una de sus manos abandonar mi rodilla, seguidamente siento su tacto cálido contra una de mis mejillas.

- Por favor... -ruega, acercando su rostro peligrosamente al mío, obligándome a mirarlo. Sus ojos mieles son tan expresivos en estos momentos, lucen tan intensos y arrepentidos que me revuelven el estómago, y estoy tan embobada con ellos, que casi, casi, dejo que vuelva a salirse con la suya.

- ¡No! -me alejo bruscamente de su cuerpo dándole un empujón con una de mis manos aún cuando sé que no lo moveré ni un centímetro, sin embargo mis acciones lo hacen abrir desmesuradamente sus iris, y una expresión angustiada aparece en su rostro.

Hago el ademán de querer bajarme de la encimera, de querer alejarme de su cuerpo todo lo que puedo. No quiero tenerlo en frente, no quiero que él tenga este poder sobre mí, no quiero seguir con este maldito juego.

Él, dándose cuenta de mi propósito, acuna mi cintura con sus manos casi con brutalidad, manteniéndome en mi lugar. Su rostro cambia de un momento a otro, volviéndose completamente oscuro. Un muro ha crecido frente a sus ojos, sin dejarme ver qué emoción esconde tras ellos; nada más que la cruda furia que reflejan.

- Escúchame -demanda, sin ningún rastro de dulzura en su voz. Duro.

El coraje crece aún más. ¿Quién mierda se cree que es para venir al hotel, después de lo que hizo, y ordenarme que lo escuche cuando no somos absolutamente nada?

- No, tú escúchame -ladro sin controlar la cantidad de sentimientos que se han agolpado en mi pecho y sin estar dispuesta a escuchar más estupideces de su boca, estoy harta-; quiero que te vayas del hotel y me dejes en paz. Ve a tu casa, ve con tu novia que de seguro debe estar esperando por ti. Vete con ella, y a mí déjame en paz. No me vengas con excusas que no son válidas, porque nada, nada -remarco con la furia destilando en mi tono de voz-, puede justificar lo que hiciste. Si querías jugar conmigo, si querías jugar a los dos bandos para creerte más hombre, felicidades, lo lograste -río sarcásticamente comenzado a aplaudir en su cara siendo consciente de aquella falta de respeto, sin embargo ahora mismo no puede importarme menos; he sido bastante irrespetuosa con él anteriormente, y esta vez no me arrepiento-, pero yo no estoy dispuesta a seguir con esto, no estoy dispuesta a dejar que me sigas utilizando. Obtuviste lo que querías, ahora lárgate.