CAPITULO XXVII.

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« It's okay to want me, 'cause I want you

Been thinkin' it over, but I'm through

So stop wasting all my time, messing with my mind

It's cold-hearted, cold-hearted »

-LIKE I WOULD, Zayn.





'La primera vez en que me enfadé por completo contigo, aún cuando no éramos absolutamente nada...'




Sábado 30, Abril.
Nueva York, Estados Unidos.



Estamos en el auto camino al hotel. Nos hemos sumido en un silencio cómodo que es vagamente interrumpido por la música de la radio. Justin está concentrado en las calles frente a él y conduce con precaución.

Lleva uno de sus característicos trajes azul marino con una camisa blanca, una corbata cuelga sobre su pecho del mismo color que la mayoría de las prendas y está utilizando unos zapatos negros. Su cabello está peinado hacia el costado; dandole un aspecto maduro y serio. A pesar del gran cambio que he visto en él, sigue viéndose dulce y cariñoso; es como si toda su actitud haya cambiado remotamente y ya no sea ese hombre dominador que conocí hace un tiempo atrás. Sin embargo, era claro que no demoraría en aparecer y, para ser sincera, ese aspecto de él no me terminaba de desagradar.

Me encuentro admirando su perfil; unas cuantas letras del tatuaje que adorna su cuello son visibles, así como una pequeña parte de las alas. Me deleito con su marcada mandíbula; una de las tantas cosas que me atrae de él, tiene un poco de vello facial cubriéndola, agregándole un par de años más. Sus pestañas son largas y rizadas, mientras que sus ojos ámbar brillan. Su nariz es ligeramente respingada, recta y del tamaño perfecto para estar en armonía con el resto de su cara; es adorable. Su labio superior es delgado, al contrario del inferior, el cual es grueso; son bastante rosados y te llaman a gritos para que los beses, su boca es pequeña y tiene una forma de corazón que me quitan la respiración. Su mandíbula es marcada, y la curva de su mentón me causa ternura; no me pregunten porqué, porque no tengo ni la más mínima idea.

Mi vista viaja a sus manos, las cuales se encuentran acomodadas sobre el volante. Sus dedos están adornados por un par de anillos y me impresiona cuán intimidantes se ven; no tengo ni la menor idea de qué tienen, pero me llaman la atención mucho más de lo que me gustaría admitir.

Su ceño está fruncido debido a lo concentrado que está, sin embargo él no parece notarlo. Supongo que es un hábito que ha crecido con el paso del tiempo.

No estoy completamente segura si él se ha dado cuenta de la manera en la que lo estoy inspeccionando, y aún así sigo haciéndolo porque no puedo dejar de admirarlo.

Un carraspeo de su parte me saca de mi ensimismamiento, mientras que una sonrisa socarrona se desliza por sus labios antes de decir-: ¿Haz terminado de mirarme como si fueras a comerme en cualquier momento?

La vergüenza se dispara en mi torrente sanguíneo con velocidad, y en menos tiempo de lo esperado siento las mejillas arder. Sus ojos recaen sobre los míos deslumbrándome con el brillo juguetón en ellos. Desvío mi mirada hacia el frente, intentando evitar mirarlo una vez más. Sé que debo lucir como un tomate, y también sé que él me ha visto en ese estado, ya que rápidamente suelta una risa y lo veo negar por el rabillo de mi ojo.

- Cállate -murmuro avergonzada, haciéndolo reír aún más fuerte.

Su pecho se sacude debido a la carcajada que lo ha abandonado, las esquinas de sus ojos se arrugan, la comisura de sus labios se levantan en una sonrisa amplia y alegre, y el sonido de su risa se apodera del auto. Es tan armoniosa, tan honesta, tan real... Es tan cautivante que deseo escucharla una y otra vez, por el resto de mi vida.

THE GAME © {#1 Begin Again Series}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora