THE GAME © {#1 Begin Again Series}

CAPITULO XXX.

« Wake up, we both need to wake up

Maybe if we face up to this

We can make it through this

Closer, maybe we'll be closer

Stronger than we were before, yeah

Make this something more, yeah »

-Same Mistakes, One Direction.

'Me haces sentir cosas que nadie más ha sido capaz, invades mi mente y te apoderas de ella en cuestión de segundos...'

Domingo 31, Abril.
Nueva York, Estados Unidos.

Me mantengo en silencio, sin saber qué responderle.

Quiero mantener la poca dignidad que me queda al darme cuenta que he cedido ante él, y el orgullo invade mi torrente sanguíneo. No quiero que él se de cuenta del poder que tiene sobre mí a pesar del poco tiempo que nos conocemos.

Me siento indefensa en aquella postura, con él sobre mí y su mano aferrando mis muñecas con firmeza, pero sin llegar a hacerme daño. El ceño fruncido no ha desaparecido de su rostro, y la curiosidad brilla en sus iris ambarinos; se ven increíblemente claros, las motas verdes parecen galaxias en sus ojos, y de alguna manera se la han arreglado para lucir aún más resplandecientes, más profundos, lucen infinitos...

Las hebras de su cabello caen infantil y suavemente sobre su frente y mejillas, mientras que sus labios forman un adorable mohín que revuelve mi estómago. Un poco de vello facial cubre su barbilla, y un bigote casi imperceptible adorna su rostro; dándole un aspecto mayor y serio.

- ¿Por qué estabas enfadada, niña? -pregunta una vez más, con su cabeza inclinándose ligeramente debido a la curiosidad.

Una pequeña sonrisa se desliza por la comisura de mis labios al darme cuenta de ese gesto. A pesar de la posición en la que nos encontramos y del dominio que tiene sobre mí, de alguna manera se las maneja para lucir adorable.

- ¿Niña? -cuestiono, sintiéndome ligeramente curiosa por aquel apodo con el que me llama ocasionalmente.

Se encoge de hombros y remoja sus labios con lentitud, con toda mi atención centrándose en aquel lugar de su cuerpo.

- No me cambies de tema -demanda, apretando un poco su agarre en mis muñecas cuando se da cuenta que estoy intentando escurrirme de él.

Bufo ante mi intento fallido y cierro mis ojos con fuerza, la derrota apoderándose de mi torrente sanguíneo. Sé que debo hablar, pero no quiero...

- Tu respuesta -murmuro casi inaudible.

- ¿Ah? -dice, con la confusión resplandeciendo en sus iris que brillan como el mismísimo whisky.

Realmente no me escuchó, por lo que debo hacer acopio a toda mi fuerza de voluntad para decir una vez más-: Tu maldita respuesta me molestó -en un gruñido.

Él parece sopesar mis palabras, tratando de buscar alguna explicación lógica para ella, y cuando parece encontrarla, una sonrisa socarrona se desliza por la comisura de sus labios al darse cuenta de qué estoy hablando.

- Así que eso te ha molestado... -murmura, más para él mismo.

- Uh-uh -digo con incomodidad y me retuerzo esperando que me suelte ahora que ya le he respondido, pero él parece reacio a dejarme ir.