THE GAME © {#1 Begin Again Series}

CAPITULO XXIV.

« Don't let this go to your head

But you're the best I've ever had

Not to mention

That thing is swollen

You got me, oh, so in a trance »

-Hold Tight, Justin Bieber.

'Cuando me di cuenta de todas las sensaciones que me causabas...'

Sábado 30, Abril.
Nueva York, Estados Unidos.

No tengo control sobre mi cuerpo en estos momentos, Justin se ha encargado de hacerme sentir de esta manera.

Siento cada milímetro de su cuerpo sobre el mío. El latir de mi corazón es desbocado, y estoy segura de que él lo ha notado.

De pronto, sus manos se dirigen a mi trasero y me levantan, de manera que debo envolver mis piernas alrededor de sus caderas si no quiero caerme. Me sostiene firmemente, y sus labios hacen su camino hacia los míos, los cuales besa con urgencia.

El beso es rápido y salvaje. Es intenso y hambriento. Es implacable y demoledor. Sabe a seguridad y vitalidad. Sabe a confianza y protección. Sabe a todo lo que me encanta y siempre he querido.

Su lengua invade mi boca sin pedir permiso y un gemido sorprendido me asalta. Correspondo su beso e intento seguir su ritmo.

Comienza a morder mi labio inferior cuando se ha aburrido: no es delicado, sin embargo tampoco es fuerte. Es un término medio, y me vuelve loca.

Paso mis manos detrás de su cuello, ignorando que aún están mojadas por los platos, envolviendo mis manos en su cuero cabelludo. Tiro de él suavemente, y Justin suelta un gruñido gutural sobre mis labios antes de apretar mi trasero con fuerza. Chillo sorprendida y vuelvo a recibir un apretón más de su parte, por lo que tiro de su cabello sin poder evitarlo. En respuesta, Justin muerde mi labio inferior con fiereza.

No sé cuánto tiempo llevamos besándonos, pero cuando nos hemos separado siento los labios al rojo vivo y me duelen debido a la intensidad con la que nos hemos besado. Nuestras respiraciones son agitadas y temblorosas, siento el latido desbocado de su corazón contra mi pecho.

El aire a nuestro alrededor es denso y, de pronto, tengo calor.

Su cabeza se ha inclinado hacia adelante, de modo que su barbilla ha quedado recargada en mi hombro. El contacto de su pelo contra mi mejilla me causa cosquillas, y ladeo un poco mi cabeza dándole acceso a mi cuello.

Se aprieta un poco más contra mí con posesividad antes de que sus labios besen la piel sensibilizada. Su lengua traza caricias húmedas en mí, mientras sus labios dejan suaves besos, enviando escalofríos por mi espina dorsal. Sube con lentitud, y sus dientes aferran el lóbulo de mi oreja antes de morder con suavidad, una vez más. Me estremezco entre sus brazos y me siento incapaz de reaccionar de otra manera.

No tengo ni la más mínima idea de lo que somos, ni mucho menos de a dónde nos está llevando esto. Pero no quiero pensar en ello ahora.

Se concentra en la piel que tiene en frente, deposita besos en casi toda la longitud de mi hombro y cuello; bajando la tela del vestido con lentitud. Me siento nerviosa, sin embargo la idea de detenerlo no pasa por mi cerebro.

Traza un camino como si quisiera aprendérselo de memoria, como un tipo de mapa. Trago saliva con fuerza y tiro una vez más de su cabello cuando siento su nariz paseando por la piel de mi cuello. Sus suaves caricias me ponen los pelos de punta, y siento un puñado de piedras asentarse en la boca de mi estómago.