𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐀𝐌𝐄 | 𝐋𝐢𝐛𝐫𝐨 #𝟏 𝐒𝐞𝐫𝐢𝐞: 𝐁𝐄𝐆𝐈𝐍 𝐀𝐆𝐀𝐈𝐍.
SIN EDITAR.
« Y es que este es un juego con fecha de expiración. Un juego en donde el tira y afloja toman el papel fundamental, en donde ninguno de los dos está dispuesto a r...
'Enredaste mis pensamientos, me encontraba en una lucha interna por ti; ¿querer o no querer?'
Miércoles 27, Abril. Nueva York, Estados Unidos.
-Los chicos ya llegaron, nos están esperando abajo -comenté pasando por su lado y mirándome una vez más al espejo de rostro que había en esa parte de la habitación, con los nervios a mil.
-Te ves preciosa -veo su reflejo a mis espaldas y esbozo una pequeña sonrisa.
-Tú no te quedas atrás -murmuré.
-Estoy nerviosa hasta la mierda -dice, y una risa se me escapa.
-Ya somos dos -concuerdo.
-Debemos irnos o los haremos atrasar -asiento ante lo que dijo y nos encaminamos a paso algo lento al ascensor.
Cuando ya nos encontramos fuera del hotel, no puedo evitar enarcar las cejas en cuanto veo lo que está frente a nosotras.
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Las figuras angulosas y poderosas de los hermanos Brown se encuentran apoyados en la limusina, como si fueran sacados de una revista.
El mayor de ellos viste un traje negro entallado que se amolda a su escultural figura, una camisa blanca junto a una corbata y zapatos del mismo color que la primera prenda. Aquella vestimenta logra que sus ojos se vean un par de tonalidades más oscuras, y el tono de su piel más clara. Su pelo está más desordenado de lo debido para una fiesta elegante, pero a él parece no importarle.
Mientras que el menor utiliza un traje gris oscuro, camisa blanca, corbata burdeo y zapatos negros. Sus rasgos se ven maduros con aquella vestimenta y el pelo peinado hacia un lado de manera elegante, pero no pierde aquel toque 'James' que suele darle.
Se ven extremadamente guapos y ellos lo saben, y lo hacen notar con aquella gran sonrisa sugerente plasmada en sus rostros.
Doy unos cuantos pasos acercándome a Cooper, mientras James va tras Emma. La diferencia de altura sigue siendo notoria entre nosotros, por lo que él suelta una carcajada al notar que llevo tacones y aún así no soy capaz de llegar a sus hombros.
-Eres realmente pequeña -dice con suavidad, luego de besar mi mejilla en manera de saludo.
