Capítulo 5

357 52 110
                                    

En verdad no se que decir, ¿un diez? No le veo capaz, solo he dado un diez en mi vida y... Bueno, simplemente él no está a la altura.

–Llegamos.– dice bajando de la bestia con ruedas.

–¿Me tienes miedo?

Kidman me sonríe, puede parecerle una broma pero yo lo digo en serio, este chico es una caja de sorpresas y yo quiero saber que esconde...

No me gustan los misterios.

–Tu madre dijo que no iba a estar en casa– dice cambiando de tema– así que me tomé la libertad de invitar a Luca y Marcos, seguramente vengan pronto.

Asiento, no es que me importe, no estoy sobrado de amigos y, a pesar de lo raros que son no me veo capaz de aspirar a algo mejor.

–¿Y van a tardar mucho...?

En ese momento suena el timbre así que corro a abrir mientras Kidman se dirige al salón.

–¡HOLA ARLEN!- grita Luca– ¿¡TE ACUERDAS DE NOSOTROS?

–Claro que se acuerda– le reprocha Marcos– no digas tonterías y limpia tus zapatos antes de entrar...

Sonrío sin querer por el comportamiento de mis nuevos amigos, en verdad son muy diferentes pero parecen llevarse muy bien.

• • •

–Bien, vamos a hacer un ejercicio que no tiene nada que ver a lo que estáis acostumbrados.– nos explica Kidman– aunque ya habéis tenido que ir antes con Ava esto es un tanto... Diferente, si, esa es la palabra– sonríe.

–No te andes por las ramas y habla –le digo.

–Vamos a trabajar con galletas de...

–¡Galletas!- grito.

Salgo corriendo del salón en el que estamos sentados, subo al mueble alto que hay en la cocina y... ¡Bingo! Tenemos galletas de chocolate. Creo que no ha sido mala idea esta reunión.

Los tres chicos, que se han quedado esperando en el salón, me miran sorprendidos cuando vuelvo. Supongo que fue algo repentino pero... Estas galletas son las mejores, un nueve.

–¿Y cómo nos va a ayudar comer galletas de chocolate? Es estúpido.

–No importa Marcos– le regaña el chico de ojos azules– la comida gratis siempre es bien recibida.

Kidman ríe y nos explica lo que debemos hacer. Para otra persona seria un ejercicio fácil pero no creo que seamos capaces de hacerlo: yo debo dar mi opinión sin usar un número, Marcos debe permitir que se manche la alfombra con migas y Luca... Bueno, a el no le ha dicho nada.

–¿Te gustan las galletas, Arlen?

–¡Si! Tienen un nueve...– Kidman me mira mal– Perdón, quería decir que estaban ricas...

–¡Marcos, no recojas las migas!– grita nuestro evaluador– así no vas a mejorar...

–¡ÉL NO TIENE QUE MEJORAR! ¡ES PERFECTO! ¡MARCOS NO LE...!

• • •

–Sois un desastre chicos, así no se puede.

Luca ríe y Marcos baja la mirada, aunque parece avergonzado no sabría decirlo, como nunca cambia de expresión.

Pero yo estoy feliz a pesar de no haber avanzado, solo necesito galletas para sentir que todo está bien.

–¡Juguemos al Pocky!– grita Luca.– He traído una caja.

¿Cuánto me quieres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora