¿Cuánto me quieres?

Capítulo 17

Los nervios no me permiten concentrarme, ni siquiera soy capaz de evaluar nada; ya no sé si el polo que me he puesto es un tres o un seis.

–Tranquilízate pelirrojo – me repite mi evaluador–, no va a pasar nada y, por el amor de Dios, vas genial combinado, para ya.

–Eso no es cierto –discuto–, todo saldrá mal: Adrián y tú os enfadaréis conmigo, Luca y Marcos pelearan, Ava se pondrá de los nervios e Irene dirá cosas raras otra vez...

El pelinegro agarra mis hombros y me sacude suavemente para que me calle. Estoy deseando que venga pronto el autobús y que esta semana pase rápido.

Cuando el vehículo llega a la parada subo, dándole el equipaje a Kidman, y busco un asiento libre.

Luca y Marcos ya están allí, sentados juntos; Irene está sentada junto a una chica rubia, de la cual solo veo el pelo ya que va tapada, y mi evaluador camina hasta el fondo del autobús; allí se sienta con Ava.

–Genial –murmullo por lo bajo– me ha dejado solo, malditos capullos del siete.

Me sorprendo ya que he sido capaz de evaluar, al menos los nervios se han ido.

Me siento solo al principio del autobús, justo delante de dos chicas, las cuales no paran de hablar sobre el campamento.

Como voy mirando por la ventana no me doy cuenta de que alguien se sienta a mi lado hasta que unos brazos se apoyan en mis hombros, provocándome un sobresalto de tres.

–¡Arlen, ya estoy aquí! –dice esa voz que conozco tanto.

Nada más girarme unos ojos color miel y una sonrisa deslumbrante me saludan. Adrián ha venido.

–Te cortaste el pelo –digo asombrado y, en el fondo, pensando que le queda mucho mejor– creía que no lo ibas a hacer.

–Ah, no es nada, es que me queda mejor así, ¿no crees​? –asiento, le queda de ocho–. Genial, ¿a dónde vamos?

Me encojo de hombros. Yo he sido arrastrado hasta aquí en contra de mi voluntad, es normal que no lo sepa, pero él se ha apuntado porque ha querido.

–Bueno, no pasa nada, siempre me han gustado las aventuras –exclama–. Oye, ¿me presentas a los que están aquí? Es que estoy un poco perdido.

Asiento. Le hablo sobre Irene, no sé mucho de ella pero hago mi mayor esfuerzo para ponerle nota: un seis.
Como ya conoce a Luca no me molesto en nombrarle y paso directamente al chico que está sentado a su lado, Marcos tiene un ocho.

Es el turno de nuestros evaluadores: empiezo por Ava, a ella le doy un siete y, a mi evaluador...

–Un nueve con dos –añado en un susurro, temiendo la reacción de mi mejor amigo.

Pero Adrián no dice nada malo sobre Kidman, solo sonríe y cambia de tema. Es genial que ahora le importe un uno lo que le diga de mi evaluador.

Y, aunque no lo sepa, tiene más nota que el; por algo es mi mejor amigo.

• • •

–¿Dónde vamos a dormir? –pregunta Luca nada más bajar del autobús.

–En tiendas de campaña tamaño familiar –le contesta el pelinegro–, nos han organizado por los grupos de apoyo y...

–¡Vamos a dormir todos juntos! –le interrumpe Irene– Que guai, yo me pido al lado de Luca.

Mi evaluador quiere volver a tomar la palabra pero, está vez, es Marcos quien le interrumpe.

–Luca duerme conmigo, no voy a discutir por eso –contesta molesto y sorprendiéndonos a todos–, además el es mío... –añade susurrando y creo que soy el único que le ha escuchado.

Irene le mira con ternura y asiente, no esperaba esta reacción por parte de la chica. Me fijo en la cara de Luca, que está embobado mirando hacia Marcos.

–Chicos –dice el idiota, interrumpiendo el momento–, las chicas duermen separadas; lo siento.

Me sorprendo, a pesar de que era algo obvio no me lo había planteado; por las expresiones de mis compañeros ellos tampoco.

–No hace falta que duerma en otro sitio –le responde Irene–, sois todos gays.

Mi evaluador la mira con una expresión que muestra un nueve con seis de asombro. La verdad es que se equivoca, yo no soy gay soy... Bueno, me gustan chicos y chicas por igual.

–Ah –masculla mi evaluador–, Adrián no es gay, así que no puede dormir aquí.

–Si lo es –digo, captando la atención de todos–, salió del armario con solo ocho años –continúo–, ya lo tiene asimilado.

Adrián asiente con una sonrisa y la chica le mira con un brillo extraño en los ojos.

–¿Con ocho años? –pregunta Luca, asombrado– Guau, a mi costó sacar a Marcos casi cinco a...

El chico le tapa la boca con ambas manos y, aunque de forma casi imperceptible, se sonroja.

–Arlen –dice para cambiar de tema–, coloca bien el cuello de tu polo.

Algo molesto hago lo que me dice. Al mirar hacia mi evaluador me sorprendo por su mirada, ¿está enfadado?

–Bueno, pues yo voy a hablar con Ava, por cierto, tú a mi lado, pelirrojo.

Nuestro evaluador nos deja solos y yo me quedo ahí, con miedo a girarme hacia mis compañeros.

–Bah, es obvio porque lo hace –dice Adrián y yo me giro para verle–, es porque tiene que tenerte vigilado ya que es tu evaluador privado.

Murmuro un «gracias» y me aseguro de que mi amigo es el único que lo escucha.

Los demás le dan la razón, bueno, todos menos Irene que me mira de manera sospechosa; al final solo asiente.

–Ir colocando los sacos de dormir –dice la chica–, yo voy a traer a una amiga. Ya sabéis, para no estar rodeada solo de hombres.

Los demás caminamos hasta la tienda que Kidman nos ha indicado antes y comenzamos a colocarlo todo, dejando el espacio necesario para las dos chicas.

• • •

–¡Hola caris! –dice la morena mientras se asoma por la puerta de la tienda– Traigo una amiga.

Los cuatro nos giramos para recibir a la nueva y, no sé los otros, pero mi asombro es de nueve con siete.

–Esa chica me recuerda a alguien –empieza Luca.

–A mi también –coincide Marcos–, es igualita a Kidman.

Nota💚:

Perdón por no subir antes, hay una francesa en mi casa y no era capaz de encontrar un ratito para escribir.

;–;

¿Qué os ha parecido?

¿Trama algo Adrián o solo está siendo amable?

¿Quién es la misteriosa amiga de Irene?

¿Por qué se parecerá tanto a Kidman?

¿Diré alguna vez el nombre del pelinegro?

No se sabe. Muchas gracias por leer, podéis comentar y votar, es gratis.
😏😏😏

Pa' conocernos mejor:

Tengo una manía horrible con colocar mis libros, no pueden estar desordenados.

¿Vosotros tenéis alguna manía?

Nos leemos pronto.💚