¿Cuánto me quieres?

¡Preguntas y respuestas!

Lo que esté escrito en negrita es lo que dice el "entrevistador". Los personajes son entrevistados uno a unos por lo que no es necesario más indicaciones.
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–¡Hola a todas las personas que leen mi historia! Yo soy la autora –dice una personita de un metro sesenta mientras se sienta–, no sé cuánto durará este "capítulo" ya que depende del número de preguntas que haya recibido... Que no son pocas.

Se ríe levemente mientras acomoda varias hojas con las preguntas de sus fans. Escoge a una persona al azar del público para que lea lo que pone allí y hace señas para que enciendan los focos.

–¡Acción!

–¿Sabes que esto no es una película, verdad? No hay que decir acción.

–Ya lo sé –contesta molesta–, pero tenía ganas y, ahora, pregunta.

–Okay, okay... Primera pregunta: ¿Cuándo me vas a decir su nombre?

–Supongo que se refieren al de Kidman, ¿no? –dice mientras se revuelve otra vez en la silla– Bien, no tengo ni la menor idea... ¡Siguiente!

–¿Con cuántos capítulos contará la novela?

–Pues tampoco sé –responde, encogiéndose de hombros–, todo depende del apoyo que reciba y como me sienta de inspirada, ¡siguiente!

–¿No crees que deberías ser más clara? Porque no has respondido bien ninguna pregunta...

–Tú haz tu trabajo, que ellos me entienden –contesta la joven molesta.

El entrevistador suspira pero, como sabe que puede ser sustituido, hace caso a la autora.

–¿Cuántos años tienes?

–Es que así no se puede –se queja la pequeña–, yo no quiero decir mi edad... Pero mira, tengo entre trece y veinte años, ¿eso te sirve?

–Supongo que les valdrá, pero intenta responder mejor... Bien, ¿en qué te inspiraste para escribir tu libro?

–Pues, básicamente, fue todo improvisado, si es cierto que los personajes representan distintas facetas de mi... Pero la historia no tiene ninguna base.

–Por fin respondes bien, otra pregunta: ¿te gusta el pan?

–¡Si! ¡Es mi comida favorita! –la autora saca un trozo de pan de su mochila y empieza a comer.

–Hay muchas preguntas para ti, ¿de verdad tengo que seguir? –la joven asiente, contenta por poder comer en el "plató"– Okay, «No sé que preguntarte, pero me caes bien y quiero conocerte mejor».

–Aw, que monada. ¡Tú también me caes genial, desconocido!

–Buff, está lista es interminable –se queja el hombre–. Así no terminaremos nunca... ¿Marcos y Luca serán novios y me harán felices?

–No sé, eso solo depende de ellos.

–Si contestas así, autora, la gente no querrá más «Preguntas y respuestas». Bueno, allá tú: ¿Por qué a estas alturas de mi historia no está ya mi OTP?

–Porque soy una mala persona y me gusta ver arder al mundo... ¡Siguiente!

–¿Cuánto mides y qué tipo de música te gusta?

–Mido un metro sesenta –¿triste, no?–, y me gusta escuchar todo tipo de música... ¡Otra pregunta!

–¿De qué país eres, cómo conociste Harry Potter y qué animal llevarías a Hogwarts? –el hombre lo releyó, extrañado– ¿Pero qué clase de lectores tienes tú? Estas preguntas no son normales...