Unconditionally.

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— ¿¡Trajiste droga a mi casa!? — Gritó Nathalia molesta.

— Es para divertirnos. — Dijo James muy calmado.

— ¡No! — Nathalia se levantó. — Esto es excederse, puedo salir presa por solo tenerla en mi casa.

— Sólo una vez, — Dijo Cody. — cuando la pruebes no te podrás negar.

Nathalia lo pensó por un momento y el silencio entró a la habitación.

— No. — Dijo Nathalia apartando la mirada de la marihuana.

— ¿Por lo menos nosotros podemos fumar? — Preguntó James levantándose y acercándose a Cody.

Nathalia asintió y se volvió a sentar en el suelo. Cody encendió la hoja de papel en forma de tubo y le dio un jalón, al igual lo hizo James y liberaron del humo, ese humo se quedó encerrado en la habitación.

— ¿Quieres, Ryan? — Le preguntó James.

— Un poco. — Ryan lo agarró, aspiró y liberó, se lo volvió a dar a James.

— ¿Marena, quieres? — Me preguntó James.

— No. — Dije haciendo una mueca y negando con la cabeza.

James se encogió de hombros y se acercó a Nathalia.

— ¿En serio no querías? — Me preguntó Ryan.

— Es que he visto que muchos mueren por exceso de drogas.

— También hay quienes mueren por cáncer de pulmón. — Dijo sabiendo que me estaba incitando a dejar el cigarrillo.

Lo miré de reojo con una mueca.

— No me harás cambiar de opinión. — Dije dándole un codazo.

— Al menos lo intenté.

Había más humo en el techo del cuarto y no sé si era un efecto porque me hizo sentir tan relajada, así que apoye mi cabeza en el hombro de Ryan y me acurruqué a su lado, el me rodeó con su brazo y me sentía bien, cómoda, segura y relajada.

— Nathalia, — Decía James. — ¿Estas molesta?

Nathalia se cruzó de brazos y lo ignoró, si estaba molesta.

— Naty, por favor, — Decía James. — no te molestes.

Nathalia lo volvió a ignorar. James aspiró humo y le expulso el humo en toda la cara. Nathalia empezó a toser y meneaba su mano para apartar el humo de su cara. Nathalia lo miró con ira y él con una sonrisa le dio el porro. Ella movió la mano lentamente y lo agarró, lo pensó un momento y rápidamente se no metió a la boca, lo liberó y al ver su cara, vi que deslumbraba satisfacción.

— Bien. — Dijo James. — ¿Sigues molesta?

Nathalia miró a James con cara de relajación.

— Bésame en la boca. — Dijo Nathalia.

— Tomaré eso como un no. — Dijo James riendo.

***

Los padres de Nathalia llegarían alrededor de las ocho, así que nos fuimos a las siete y media de su casa sin antes echar aromatizantes a todo su cuarto para eliminar en olor.

James y Cody se fueron por un lado mientras que Ryan y yo nos fuimos por otro. Estaba cansada pero alegre. Me aferré a su brazo mientras halaba arrastrando las palabras al igual que mis pies. No había nadie por la calle, sólo Ryan y yo.

— ¿Voy a morir? — Dije con los ojos cerrados.

— No. — Dijo Ryan mientras reía.

Al pasar vi a un muñeco de aire que bailaba al son del viento. Corrí hacia él, me puse en frente de él y empecé a imitarlo, meneaba mis brazos como loca mientras James reía sin parar.

— ¡Hazlo conmigo! — Le grité.

Ryan negaba con la cabeza con una sonrisa, después de pensarlo se unió a mí y empezamos a imitar al muñeco. Primera nos encorvábamos, luego nos levantábamos y zarandeábamos nuestros brazos. Después de un rato seguimos caminando mientras nos reíamos de nuestra propia estupidez y locura.

— ¿Así se siente estar en las nubes?

— Supongo. — Dijo Ryan encogiéndose de hombros.

Un helicóptero pasaba sobre nosotros y yo empecé a imitarlo. Levanté mis brazos a la altura de mis hombros, cerré mis ojos y empecé a dar vueltas. Escuchaba la risa de Ryan.

— ¿Vas a imitar todo lo que te encuentras? — Dijo él.

No contesté, seguí dando vueltas, estaba realmente feliz y relajada, todo me valía mierda o caca. Al abrir los ojos vi que Ryan estaba mucho más adelantado que yo, así que corrí y me lancé sobre su espalda para que me cargara. Al principio perdió el equilibrio y pegamos un grito, luego se logró incorporar con un paso, él sostenía mis piernas y yo lo abrazaba desde su cuello.

— ¡Soy un poni! — Gritó Ryan.

Esta vez era yo la que estaba riendo a carcajadas. Tenía tanto tiempo que no me sentía tan verdaderamente feliz.

— ¿A dónde quiere ir, madame? — Preguntó Ryan sobre su hombro.

— Al país de las maravillas. — Respondí.

Ryan me llevó sobre su espalda por la calle sin saber a dónde llegaríamos.

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Holaaa! :3 Verán, ahora subiré capítulos todo los sábados pero ya tengo algunos capítulos listos, gracias por leer, los quiero ;3

Nicotina © [Sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora