POV James
Nos encontrábamos en el coche. Estábamos Nathalia, Vanessa y yo en el asiento trasero mientras que Cody se encontraba en el maletero. Como siempre, Marena se encontraba en el asiento del copiloto y Ryan conducía.
Desvié la mirada para ver a Nathalia. Se encontraba inconsciente, o dormida con la cabeza apoyada en la ventana, su mano estaba tan cerca de la mía que podía sentir lo helada que estaban sus manos, necesitaba calor, pero no podía abrazarla con Vanessa a mi otro lado.
Vanessa estaba de la misma posición que Nathalia, pero luciendo monótona como siempre, eso era lo que me gustaba de ella. Era atrevida y le gustaba la acción, se divertía en exceso, pero también lo era Nathalia, hacía todo por mí.
Marena observó sobre su hombro para mirarnos a mí y a Nathalia.
— ¿Cómo está ella? — Preguntó Marena observando a Nathalia pero sabía que hablaba conmigo.
— Está bien — Dije. —, durmiendo.
Marena tocó la pierna de Nathalia, como si eso le diera fuerzas. Sonrió desconsoladamente y volvió a mirar en frente, yo también lo hice.
Sentí como la mano de Nathalia se movió cubriendo la mía. Su mano estaba encima de la mía. Voltee a mirarla y de la nada, tenía los ojos abiertos. Me observaba con esos ojos de Bambi.
— ¿Nathalia? — Susurré.
— En lugar de amor, risa y confianza, lo que se obtiene es un no-felices para siempre. — Dijo y volvió a caer dormida.
Estaba total y completamente drogada. Siempre diciendo cosas incoherentes cuando está volada. Podía sentir la mirada de Cody detrás de mí, no iba a voltear ya que sabía que estaba poniendo esa típica sonrisa de pervertido.
Ryan frenó en frente de la casa de los tíos de Nathalia. Todos salieron del coche menos Nathalia y yo. Ryan abrió la puerta donde se encontraba Nathalia, yo la sostuve para que su cabeza no chocara contra el suelo. Logré poner una mano encima de su hombro y la otra detrás de las rodillas.
Salí del coche con dificultad pero logré sacar a Nathalia conmigo cargándola. Su cabeza estaba en mi hombro y sus piernas colgaban. Aún se escuchaban los gritos de la familia borracha de Nathalia, parecían divertirse.
Todos nos acercamos a la puerta y caminamos hasta llegar a las escaleras. No nos habíamos percatado que la madre de Nathalia se encontraba a mitad de la habitación hablando con una muchacha de su misma edad, de seguro era su hermana.
Se acercó a nosotros oliendo a alcohol y no se notaba preocupada porque su hija estuviera desmayaba en los brazos de un hombre.
— ¿Qué pasó con Nathalia? — Preguntó la señora arrastrando las palabras.
Todos intercambiamos miradas. No sabíamos que decirle en primera ella ni siquiera debía haber salido de la casa. Y en segunda nosotros tampoco.
—Se quedó dormida en el sofá. — Dijo Marena con toda la seguridad del mundo.
—De acuerdo — Dijo la madre de Nathalia. —, vengan — Dijo la Dama dando media vuelta para que nosotros la sigamos al patio trasero. —, tenemos que celebrar un año más.
—Vayan — Dije. —, tengo que llevar a Nathalia a su habitación.
Marena asintió y todos la siguieron hasta el patio trasero. La última en irse fue Vanessa que antes me dio un beso en mis labios y luego un beso en la frente de Nathalia.
Subí escaleras arriba con Nathalia en brazos. Pesaba menos que antes, de hecho, creo que ni siquiera ha comido en días. Para mi suerte, la puerta de la entrada del cuarto estaba abierta. La coloqué delicadamente en la cama como si fuera una muñeca de porcelana.
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Nicotina © [Sin editar]
RomanceMarena Simpson cuenta la historia de su vida antes de ser sentenciada a ir a un centro de rehabilitación. Su vida es muy diferente a la que ella creía que iba a ser. Es una huérfana de dieciséis años, vive con su hermana gemela Taylor y gracias a un...