Nicotina © [Sin editar]

Shampain

Abrí los ojos. Estaba acostada en el colchón, sin cama ni nada. Sólo había una silla que estaba siendo ocupada por James, quien leía un libro. El lugar seguía vacío sin ningún objeto, ya que todo había sido vilmente destrozado. Mi cabeza me daba vueltas, mi estómago parecía una bomba de destrucción.

—Hasta que despertaste. —Dijo James sin dejar de ver su libro. Pasó la página.

Estaba leyendo el libro que le había prestado a Ryan tiempo atrás. Intentaba recordar lo que pasó esta tarde pero mis pensamientos iban y venían vagamente.

— ¿Qué sucedió? —Me senté en el colchoneta pero todo comenzó a dar más vuelta. Eran varios golpes dentro de mi interior. Gruñí.

—Sí fuera tú no haría eso. —Dijo James y me observó de reojo.

Me acostó nuevamente, no podía levantarme.

— ¿Y Cody? —Le pregunté a James mientras posaba mi antebrazo en mis ojos. No sabía si las luces estaban más intensas el día de hoy, o era una horrible resaca.

—En el baño vomitando. —Dijo James.

— ¿Qué hice? —Le pregunté aunque era un poco estúpido.

—A ver —James cerró su libro con una mano y con sus dedos comenzaba a contar cada cosa que había hecho—, primero, saliste de la tienda de mueblería con Cody, adoptaron un gato, bebieron hasta más no poder, e insultaste a Ryan. ¿Puedo saber por qué te emborrachaste en medio de la calle?

—Espera —dije alarmada y aparté mi brazo colocándolo en mi frente—, ¿Dónde está el gato?

—Aquí. —Dijo James agachándose a un lado y tomó a un gato blanco en sus manos.

— ¡Nicotina! —Dije con una sonrisa.

James me lo entregó colocándolo en mi estómago. Nicotina se acercó a mí y me lamió la cara. Su lengua era carrasposa. Comencé a acariciarle sin importar que su pelaje cayera en mis manos.

—A Ryan no le va a gustar que hayas adoptado un gato. —Dijo James cruzándose de piernas y brazos.

— ¿Cuánto tiempo he dormido? —Dije sin parar de hacer pucheros en cara de Nicotina.

—1 Día completo.

— ¿Qué? ¡Perdí un día de clases!

—Dos días la verdad. ¿Podrías responderme por qué comenzaste a beber con Cody?

Suspiré. Sabía que evadir a James era difícil. Nicotina bajó de mi pecho y se acostó a mi lado quedándose profundamente dormida.

—Tenía celos ¿De acuerdo? —Dije tratando de que esas palabras no me dolieran. No funcionó—. Él me había olvidado por ella, estaba oliéndoles los pedos y me cansé. Quería ser su “hola” favorito y su doloroso “adiós”. Decidí salir de allí con el único chico que me entendía y decidí emborracharme para que el dolor desapareciera pero no es tan fácil.

—No todas las relaciones son brillantes, pero dos personas pueden compartir una sombrilla y sobrevivir a la tormenta juntos.

— ¿Desde cuando eres tan sensible? —Le pregunté frunciendo el ceño.

—Este libro te cambia por completo. —Dijo James alzando el libro.

—Lo sé, lo leí.

—Y cómo te seguía diciendo —Antes de que James pudiera terminar la frase, la puerta se abrió y Ryan entró a la habitación. Comenzaba a tener de nuevo retorcijones en mi estómago. Estaba nerviosa—, muero un poco cuando veo un anciano comiendo solo en un restaurante.