Capitulo 25

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Marcel estaba asquerosamente enfermo, tenía licencia por un virus espantoso, creo que el mismo de Scott, por eso debo caminar sola hasta el colegio, camino sola, sí, pero por la tarde, me va a costar en la mañana es más frío, y parezco zombie por el sueño. Luego de tomar mi caliente té, tomo mi bolso en mi hombro y salgo. La mañana esta muy fría, más que las demás, me abrazo a mi misma tratando de darme calor. Llevaba dos cuadras, me quedaban como cinco, uh, este día ya había comenzado mal. En un instante siento un motor desde lejos y cada vez más cerca, pero entre más se aproximaba el sonido disminuía y lo vi a mi lado, me voltee y a Ryan, con su sonrisa de siempre.

-Hola- murmuro extrañada.

-Sube- sonríe amablemente.

Dudo un segundo, pero bueno, estoy tiritando de frío. Subo al asiento de co-piloto y él me da un beso en la mejilla, en una especie de saludo, me pone incomoda.

-¿Irías caminando?- pregunta mientras acelera el vehículo.

No idiota, estaba esperando por mi caballo mi subconsiente le dobla los ojos, creo que no le agrada del todo.

-Si, mi padrastro está enfermo y él me iba a dejar todos los días- me encojo de hombros frotando mis manos para calentarlas.

-Bueno, que suerte que aparecí- bromea viendo el camino.

-Si, gracias- le regalo una agradecida sonrisa.

-No es nada, siempre paso fuera de tu casa, no vivo tan lejos- me mira un segundo y luego vuelve a mirar hacia las calles.

-¿Sí?, ¿en donde?- de repente me interesa.

-En otro vecindario, a otras cuadras- responde poco interesado.

Quedamos en silencio, no me gusta hablar mucho en la mañana, creo que por el sueño. Al llegar y luego de que se estacioné, nos bajamos y caminamos juntos hacia la entrada. Para mi mala suerte el grupo de Niall estaba ahí, con sus motos, como toda pandilla, puedo sentir su mirada penetrante en mi y me atrevo a saludarlo con una tímida sonrisa.

-Hola- murmuro sin detener mi paso.

No dice nada, solo sonríe a medias.

-Cállenla, cállenla, cállenla- susurra repetidamente Adam, refiriéndose a la profesora de literatura.

-Adam, puedes callarte tu, estoy tratando de escuchar a esta señora- lo regaño susurrando fuerte.

-¿Cómo puedes tratar de escucharla?, es taaaan aburrida- pone sus ojos en blanco.

-Para que tenga bueno apuntes y así estudiar para el otro examen, y tener una razonable nota- le hablo incrédula.

-Eres tan aplicada, amiga- coloca su brazo sobre mis hombros y toma mi mano llevándola a su frente, cerrando sus ojos ridículamente- ilumíname, ________, ilumíname.

No puedo aguantar la risa y suelto algunas risotadas.

-Eres un tonto- tapo mi boca con mi mano izquierda para evitar un regaño de la pesada profesora.

-Aún asi me amas- movió la cabeza con orgullo.

-Basta, ahora dejame concentrar- lo alejo, empujando su brazo despacio.

-Ayer vi que te fuiste con Horan- más que un murmuro s un gruñido como diciendo, “Quien te entiende, estúpida”

-Oh, me pidió hablar y fuimos a mi casa- mis hombros se alzan.

-¿Qué te dijo?- bufa.

-Me negó todo y me pidió otra oportunidad- suspiré.

-Supongo que no se la daras- me mira fijamente, casi intimidándome.

{No lo esperaba} (Niall & tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora