Ally y yo salíamos juntas de la escuela, iría a mi casa para hacer un trabajo de algebra, ella tenía un pequeño auto, por lo que me ahorraria caminar.
-Es irónico, es solo el tercer día de clases y ya tenemos malditos trabajos, es estupido- se quejo ella negando con la cabeza.
Yo rio.
-Es el último año Ally, es el peor de todos- le recordé.
-Si, lo sé, pero, uh..- detuvo sus palabras -mira hacia en frente, no te quita los ojos- susurró.
Fruncí el ceño siguiendo su mirada, y me encontré con el rubio y su pandilla, los tres con un cigarrillo en su boca y mi mirada se cruzó con la de Niall, mierda.
-Ignoralos- hablé cortante mientras seguía mi camino -¿cuál es tu auto?
Noto como el rubio se me acerca tirando su cigarrillo hacia el suelo y botando el humo por sus labios.
-¿Pensaste en mi propuesta?- preguntó mirandome, haciendo que ambas detuvieramos nuestros pasos.
-¿Qué propuesta?- alcé mi ceja incredula.
-La cita, lo que te hablé ayer y tu ceja me esta molestando- alzó varias veces su ceja derecha.
-Oh, ya te habia dicho que no, gracias- sonreí un poco.
Sus dos amigos de atras formaron un "uh" a coro.
-Es solo una cita, no seas complicada- insistió.
-Creí que te habias dado por vencido, pero veo que no. No nos conocemos, no saldré contigo- le aclaro.
-¿Estas segura?- formó una ladeada sonrisa en su rostro.
-Si, hay muchas chicas más que quieren salir contigo, ve por ellas- sonrío y sigo caminando. Escuchando detrás mio las risas de sus amigos.
-Creo que lo dejaste en vergüenza cariño- rió Allison a mi lado.
-Tiene una fila detrás- me encogo de hombros.
~
-Wou, por fin terminamos esta pesadilla- sonrió satisfecha Ally.
-Merecemos un diez- asiento guardando el informe en una carpeta amarilla.
Ella revisa su reloj de pulsera.
-Aún es temprano, ¿salímos a caminar?- propone -¿o por un café?- me anima.
-Claro- sonrío -solo deja buscar dinero.
Después de avisarle a Mamá que saldriamos, nos subimos al carro de Ally para dirigirnos a un centro comercial, ella me conversaba de lo fanática que era de los centros comerciales. Era divertida, sin intención me hacia reir, con sus muecas y su ironía al hablar.
El centro comercial al que me llevó, era algo enorme, mucho más grande que el que conocía en Pensilvania, mi nueva amiga saltó emocionada y me tironeó a un Starbucks. Minutos luego nos sentamos en una mesa a la esquina del local.
-Mm.. hace mucho no probaba uno de estos- gime luego de tomar el.primer trago.
-Yo prefiero el té- defiendo mi té helado.
Ella sonríe.
-¿Sabes? Después se terminar esto- indica su café -deberiamos ir a buscar algún vestido para la fiesta que nombró Adam ayer.
-No sería mala idea- sonrío -aunque aún estoy nerviosa por ir- hago una mueca.
-Será divertido- me anima -podremos conocer gente nueva, beber y bailar hasta que quedemos tiradas en el piso.
-Aún así me da terror- rio levemente.
-Aún así iremos- bromea -es más pasaré por ti ese dia y llegaremos juntas- me guiña un ojo.
Yo sonrío asintiendo, creo que se me haría más facil. En cuanto al vestido, salímos del centro comercial con una bolsa en mano cada una, no eramos muy indecisas. Ya teniamos la vestimenta.
