Definitivamente fue un error pedirle a Ally que viniera a dormir, llego a eso de las nueve de la noche con pizza en mano y gaseosas, colocamos una película y la miramos entretenidas, a las once cuando terminó nos acostamos en mi amplia cama y encendimos la laptop, vimos videos graciosos por.. ocio, y llorábamos de la risa, luego bajamos por refrescos, conversamos, me hablo de Justin, de las cosas que estaba comenzando a sentir por él, me pregunto por Niall, hablamos de ambos, y a eso de las tres de la mañana nos quedamos dormidas y fue como si nos hubiéramos olvidado que al otro día era viernes y debíamos ir a clase. Y como era de esperarse, nos quedamos dormidas, mi alarma sonó pero Ally con su brazo la mando al diablo y seguimos durmiendo. Desperté refregándome los ojos y bostezando, sintiendo una agradable sensación porque sabia que había dormido lo suficiente, me detengo abruptamente, no debería sentirme tan bien si dormí como cuatro horas, tomo mi celular y miro la hora. Puta madre, son las doce del día y tengo unas cinco llamadas perdidas, las reviso; dos de Niall, dos de Adam y una de mi Mamá. Miro hacia mi lado, mi querida amiga esta deshecha a mi derecha y puedo oír sus profundos respiros, estiro mi brazo y la muevo un poco, no hace caso, la muevo más fuerte, tampoco.
-¡Ally!- la sacudo violentamente.
Ella salta y cae de la cama.
-¿Qué?, ¿ah?- pregunta desconcertada desde el piso, y no puedo evitar largarme a reír. Se incorpora y me mira mal.
-Que generosa forma de despertarme- me regaña estirándose y volviendo a tenderse a mi lado.
-¿Sabes qué día es hoy?- le enarco una ceja al ver lo perdida y desinteresada que esta.
-¿Sabado?- me mira confundida.
-Sí, Ally, anoche nos perdimos la fiesta de Bieber a la que tanto querías ir- mi voz se baña en un descarado sarcasmo.
-¡Mierda!, nos quedamos dormidas, teníamos clase.. ¿qué hora es?- abre los ojos como platos al darse cuenta.
-Las doce, somos un fracaso, ya nos perdimos el día- sin querer suelto una risa.
-Bien, es viernes, no creo que sea pecado, que mi abuela no se entere y está todo bien- sonríe.
-Bueno, ahora, ordenemos toda esta porquería- mi habitación estaba llena de loza, envoltorios, pizza y más cosas.
Ella asintió y el resto de la mañana fue, ordenar, asearnos, cocinar, comer y volver a conversar. Creo que ambas nos llevábamos porque teníamos mucho tema de conversación, y teníamos algunas opiniones diferentes por lo que debatíamos algunas cosas. En medio de eso mi celular suena y tomo la llamada, es Niall.
-Espera- murmuro hacia mi amiga y me incorporo, nunca me ha gustado hablar por teléfono frente a alguien.
-Hola- lo saludo sonriente.
-Hey, ¿por qué no vinieron?- pregunta al instante, su voz algo preocupada -¿estas enferma de nuevo?
-No- niego –anoche vino Ally y nos quedamos hasta muy tarde, fuimos un desastre y nos quedamos dormida- rio.
-Oh, entonces ahora se trata de un caso de flojera- se burla de mí.
-Hey, que yo sepa, haz estado en mi mismo caso- le sigo el juego risueña.
-Bueno, ya, tienes razón- se da por vencido -¿entonces no te veré hasta la noche?
-No- confirmo –llegaremos con Ally a eso de las once.
-Bien, estaré contando las horas, adiós- se despide con su tentadora voz masculina.
-Nos vemos- sonrío y corto.
