-¿¡Durmieron juntos!?- exclamo sorprendida Ally –oh dios mio, tuvieron sexo –se tapo la boca con ambas manos.
-No seas estúpida- respondo al instante –yo le pedí que se quedara porque no quería dormir sola, pero no hubo nada de eso.
-Bueno estabas tan.. divertida- se burla de mi -¿fue muy incomodo?
Niego con la cabeza.
-Todo lo contrario- me sonrojo –pero ya, ¿me vas a decir que pasó entre tú y Justin?
Era sábado y Niall se había ido luego de almorzar, quedamos en tener la mencionada cita esta noche en su casa. Ally me había llamado para que pasemos la tarde en casa de sus abuelos, donde ella vivía y luego ella me iría a dejar a casa de Horan.
-La verdad nada- se encoje de hombros decepcionada –ósea, estuvimos casi toda la noche juntos, me abrazaba y esas cosas, pero de ahí nada más.
-Creo que deberías restarle importancia- le digo mi opinión haciendo que sus cejas se junten.
-¿Cómo?- me mira muy.. intrigada.
-Eso, dejar de prestarle tanta atención- explico.
-¿Tú dices.. ignorarlo?- forma una malvada media sonrisa en su rostro.
Asiento sonriendo igual que ella.
-Eres la mejor- ríe aplaudiendo –lo intentaré.
-No falla- guiño un ojo.
~
Agite la mano despidiéndome de mi amiga que arrancaba en su auto después de haberme dejado afuera de la casa del rubio. Me voltee y toque el timbre, la casa estaba iluminada a la entrada por una tenue luz, ya que era de noche, después de un par de minutos se abre la puerta y él se asoma sonriente saludándome en un acogedor abrazo, me besa y por fin lo veo determinadamente, esta hermoso como el infierno. Toma mi mano y entramos, me saco mi abrigo favorito y él lo deja en el vestidor.
-Eres muy puntual- ríe mientras nos acomodamos en el sillón.
-No me gusta hacer esperar a nadie- sonrío.
-Ayer lo hiciste- me desafía.
-Fue culpa de Ally- hago pucheros y rio.
Niall decide de cambiar de tema.
-¿Te sientes mejor?- sonríe burlón por mi primera y peor resaca de esta mañana.
-Sí, gracias- bufo –gracias por cuidar de mí, juro no volver a tomar en mi vida –al decir él suelta una carcajada.
-No lo creo, pero ojalá funcione- dice esto a medias y se incorpora estirándome su mano.
-¿Qué?- junto mis cejas.
-Vamos a cenar- sonríe, casi obligándome a levantarme.
-Oh- murmuro desconcertada al ver que no sería en la cocina, se dirige a su jardín trasero y puedo ver una linda mesa adornada con velas, copas y servicios, el mantel es de un exquisito color crema, hay copas y vino, ¿vino?, oh, esto es muy cliché, es muy lindo.
-¿Tu armaste todo esto?- lo miro ahora más desconcertada aún.
-Si- asiente luciendo orgulloso de sí mismo –recordé cuando dijiste que te gustaban las cosas.. románticas, y esto fue lo mejor que pude hacer.
-Es muy lindo- siento como mis pómulos reciben un familiar ardor.
-Ven- aún agarrando mi mano, me guía hacia una de las dos sillas y la abre ofreciéndome sentarme, haciéndome reír.