Niall se encontraba sentado en el límite de mi cama, sus manos apoyadas en sus rodillas separadas y entre medio de estas estoy yo, arrodillada mientras limpió sus heridas con un algodón con alcohol suavemente, se queja en algunos momentos o se aleja pero lo vuelvo acercar diciéndole que sería para mejor.
-¿Por qué eres tan impulsivo?- lo miro son dejar de limpiar la sangre acumulada.
Se encoge de hombros.
-Luego de que supiera la verdad no dude en ir a buscarlo y sacarle la mierda por ser quien es- gruño.
-¿Él te golpeó?- susurro en una pregunta.
-Sí, estaba en las peleas y uno de sus amigos lo defendió, pero apenas lo viste, lo deje mucho peor- suena orgulloso.
-No me importa quién quedo peor, no me gusta que pelees como animal, no me gusta que salgas lastimado- mi voz se va apagando en la oración.
Al escuchar aquello último me mira directamente pero yo solo miro sus heridas, no quiero mirar sus ojos, no me atrevo. Entonces su mano encuentra mi barbilla y la alza, obligándome a mirarlo.
-¿Te importo?- la esquina derecha de su boca se alza en una sonrisa.
-Claro que me importas- balbuceo bajando la mirada y dejando el algodón a un lado –listo.
-¿Qué tanto te importo?- no cierra el tema.
Suspiro divertida.
-Mucho rubio, me importas mucho. Ahora puedes irte- golpeo gentilmente su brazo izquierdo y comienzo a ordenar el botiquín a su extremo.
-¿No quieres que hablemos de lo que paso recién?- pregunta en un tono suave.
Me vuelvo hacia él, lo miro unos segundos. Me incorporo y guardo el botiquín de auxilios para sentarme a un lado de él.
-Sí- aclaro mi garganta para lanzarlo todo de una vez y tratar de no tartamudear –yo, quizá reaccioné muy precipitadamente ese día, quizá debí haberte preguntado primero y hablar, pero siendo sincera aún no confiaba mucho en ti, todas esas chicas, todos los rumores, las impresiones y .. no lo sé, lo siento- me encojo de hombros.
-Wou, eres una muy muy directa y sincera chica- ríe apretando una de mis mejillas- eres adorable.
-Ya- rio alejándolo.
-Merezco otra oportunidad, ¿cierto?- me abraza -¿cierto?, ¿me la vas a dar?- comienza a depositar besos por todo mi rostro haciéndome cosquillas en él. Por tal comienzo a reír al mismo tiempo en que trato de alejarlo.
-Niall basta, basta- rio.
Él me besa fugaz e intenso.
-No te hagas la indiferente- me besa casto de nuevo
-Arrodíllate- alzo una ceja en broma.
Él me queda mirando y decidido se baja de la cama y comienza a arrodillarse.
-¡No!- lo tomo de ambos codos levantándolo –estaba bromeando tonto- y comienzo a reír.
Niall se estira encima de mí obligándome a recostarme sobre la cama, besa todo el contorno de mi mandíbula hasta llegar a mi oído.
-¿Qué tengo que hacer para que volvamos a estar juntos?- susurra enviándome escalofríos.
-¿En serio quieres estar conmigo?- lo miro con duda –Niall, no soy como las demás, no soy tan fácil, me enojo fácil, tengo secretos que no puedo contarlos así como así, no tengo un buen cuerpo, soy sensible, soy melosa, podría estar todo un día abrazándote y besándote y te vas a cansar- en eso sus ojos brillan –soy orgullosa, me gustan los detalles- suspiro –soy un grano en el trasero, completamente molesta.
