Descubriendo el amor

Cambios peligrosos.

Después de la guerra que había acabado con tantas vidas, el único que había deseado morir no lo hizo, lo salvo su mas brillante alumna, Hermione Granger, claro esta que el jamas aceptaría que ella era su alumna favorita y peor por el hecho de ser de la casa de Gryffindor y mucho menos agradecería tal acto, no había nada que agradecer, el había pasada sus ultimos años con el solo propósito de asegurar la derrota de Voldemort por medio del cumplimiento de la profecía, y deseaba cumplir esa promesa que una vez hizo, el no quería ser salvado, el no necesitaba eso.

Pero ahí estaba, sentado en las mazmorras preparándose para impartir clases a los molestos mocosos que tendría que soportar ese año. No sabia porque había accedido a la petición de Minerva para dar clases, pero era obvio que en parte era porque era lo único que había hecho y en el fondo le gustaba ver el miedo que imponía en sus alumnos, siempre había deseado tener eso para que lo último que sintieran por el fuera lástima, para que nadie lo viera de esa forma de nuevo, y porque también le gustaba llevar a los alumnos a dar más de lo que ellos mismos se sentían capaces, algunos lo aprovechaban, otros solo llegaban a odiarlo.

Los alumnos empezaron a tomar sus lugares incluyendo dos integrantes del trió que tanto le molestaba, hoy tendría que soportara a la casa de Gryffindor. Los observo a todos con la seriedad que le caracterizaba, los vio uno a uno a lo que ellos procedía a mirar a otro lado por lo intimidante de su mirada, eso le gustaba, podía ser que ahora lo vean como a una especie de héroe pero aun imponía miedo con su presencia, se estaba deleitando con el miedo de ellos hasta que llego a unos ojos cafés que lo observaban fijamente, claro que la señorita Granger siempre le ponía atención en clases pero al igual que todos solía voltear la mirada hasta que el empezaba la lección, pero esta vez la sostuvo, el lo vio como un acto de desafío hasta que ella le sonrió, si, le sonrió, porque diablos le estaba sonriendo? acaso ella creía que el le debía algo solo porque lo salvo en contra de su voluntad? Tuvo que apartar la mirada el y tomar el libro de pociones.

(Severus)-Tomen sus libros y empiecen a leer la pagina 245.

(Hermione): Profesor, ya habíamos estudiado esas pociones, fueron las ultimas antes de..... bueno, fue la ultima en ser estudiada.

Pero que caraj... ?? como se le podía olvidar eso a el? es cierto que había pasado tiempo inconsciente pero no había mostrado ningún problema, el ya sabia la pagina que iban a estudiar, porque maldita sea se había equivocado, pero no iba a quedar como un viejo al que se le confunden las cosas así que lo mejor que podía hacer era reprender a la alumna tan insolente que siempre hablaba sin permiso.

(Severus)- Veo que no puede permanecer con la boca cerrada ni 5 minutos Srta Ganger, siempre hablando sin permiso, bueno, si lo recuerda tan bien, puede pasar al frente e ilustrarnos con su genialidad en pociones.

La verdad era que la joven si era brillante pero esa era una poción que solo habían estudiado una vez y fue hacia ya varios meses, ademas la poción no era nada fácil, así que no podía ser que ella la elaborara a la perfección, pero eso es lo que ella hizo, la poción era perfecta, lo que le causo asombre pero mas que todo molestia.

( Hermione): Ya esta profesor.

Lo dijo mirándolo fijamente y con una sonrisa que a el le pareció altanera.

(Severus)- 10 puntos menos para Gryffindor.

Todos empezaron a alegar pero el los callo con un simple gesto.

(Severus) - Tal vez así aprenden a pedir la palabra antes de hablar y tener menos altanería al dirigirse a un profeso y ya que todos ya saben esta pocion cada uno la hará y el que lo haga incorrectamente me traería dos pergaminos acerca de esta poción.