Capítulo 1: ¿Adoptada? ¿A los 20?

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Debo aclarar un par de puntos antes de que ustedes, mis viejos y queridos ermanitoz, puedan leer esta historia.

• Escribí esta historia cuando era chica, por lo que tiene errores de ortografía, de puntuación y de gramática.

• Como era otro tiempo y yo tenía una edad distinta, esta historia puede llegar a poseer ideas y romances estereotipadas. No se toma en cuenta, por ejemplo, la libertad de la sexualidad en el otro.

Ahora que he leído la historia con, espero, mas madurez, he pensado muchas veces "¿Qué se me pasó por la cabeza?"

Más allá de todo, gracias por leerla mi historia y espero que la disfruten.

•••

Micaela's POV:

Si fueras una persona normal te despertarías con la voz de tu madre, o la alarma. Pero, yo no lo era. No tenía madre y menos una alarma, me desperté con una monja cantando el Ave María en la habitación de las chicas más grandes. 

- Ya voy, Nora. Ya me levanto - Decían todas las chicas, incluida yo. Nora es la mejor monja que nos pudo tocar como guía.  

- Apúrense, que si no la Hermana Superiora va a sospechar lo de anoche - Dijo. 

Ante la amenaza de la Hermana Superiora, una real vieja amargada, todas nos levantamos y nos vestimos con cierto apuro. Cuando cruzamos la puerta y vimos la cola para el baño,  bufamos. 

Nunca nos provechamos de ser más grandes, porque las chicas más pequeñas son un amor.

- ¡Mica! - Una voz finita y dulce me alegró la mañana 

-¡Flor! - A Flor la quería como si fuera mi hermana de sangre. Tenía apenas 8 años, pero la conocía como la palma de mi mano. Le di un beso muy fuerte y ella entusiasmada empezó a contar lo que había escuchado por detrás de la puerta del despacho de la Hermana Superiora. 

- Hoy es un gran día - Continuó diciendo Flor -. Tres familias vinieron a adoptar. La primera se llevó a Paula y la segunda... ¡Me llevan a mí! - Ante la anunciación de Flor, todas escupimos la pasta dental y nos miramos muy sorprendidas. Cuando la sorpresa se transformó en felicidad, abracé a Flora como si yo fuera la adoptada. 

- ¿Se llevan a Paula? - Había preguntado Delfina, con los ojos húmedos. Paula era la prima de Delfina y las dos vinieron juntas. 

Las chicas y yo corrimos hacia la sala principal donde Paula estaba con una valija despidiéndose de todas, se notaba que estaba triste. No habían adoptado a su prima.

- ¡Paula! - Cuando Delfina gritó su nombre, Paula se dio vuelta y fue corriendo hacia su prima. Lagrimas salían desde los ojos de las dos, no paraban de llorar.  No se soltaron hasta que Delfina se separó y una sonrisa triste se asomó en su cara - Anda con ellos, es mejor - Paula sonrió y asintió. Pero antes de que ella y sus nuevos padres se fueran, Delfina se acercó a los adultos y tuvo una pequeña charla con ellos. 

- ¿Qué les dijiste? - Pregunte, curiosa, cuando mi amiga llegó. 

- Que la iba a ir a visitar... - Una lagrima se asomaba por su ojo. La abracé fuerte, tratando de consolarla. 

Mis amigas y yo volvimos al comedor y almorzamos fideos verdes. Luego tuvimos que ir a misa, y así llegó la tarde. 

A las seis de la tarde, Delfina, Julia, Sofía, Bianca y yo fuimos a Teatro. Vamos allí porque es el único lugar donde nos podíamos expresar. 

Cuando pudiera ahorrar suficiente, quería irme del Orfanato y estudiar Comedia Musical y Teatro en la Universidad. 

Mis amigas y yo teníamos trabajos, para poder irnos algún día del orfanato. Le habíamos pedido a la Hermana Superiora que nos deje un tiempo más para poder ahorrar y no terminar en la calle. 

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Cuando nuestra práctica de Teatro del día terminó, fuimos al Orfanato caminando. Eran las diez de la noche y estaba realmente oscuro. 

Llegamos al Orfanato, tratando de no hacer mucho ruido para no despertar a nadie;  ya que a esa hora, todos deberían estar durmiendo. 

- ¡Micaela!- La voz del diablo se escuchó, y ¡clamando mi nombre! -¡Que suerte que llegaste, ya!- Mis amigas y yo nos dimos vuelta y quedamos shockeadas.

Eran los dos padres que venían a adoptar, tenían una sonrisa en la cara y estaban viéndome justo a mí. 

- ¿Qué pasa Hermana? - Pregunté, dudosa, no se si quería saber que pasaba exactamente. 

- Los señores Smith te adoptaron - Dijo, con una voz calmada. Mi primer reacción fue quedarme shockeada. 

- ¿¡Qué ellos qué!? - No podía entender porque querían adoptar a una persona de 20 años.

- Si, te adoptamos - Dijo la la mujer -. Ya se que no entendés porque adoptaríamos a alguien de 20, pero es que no somos buenos con los niños y queríamos tener otro hijo... 

- ¿Otro? 

- Si, tenemos un hijo de 24 años, llamado Simón. Y, además, el tiene un mejor amigo que es como un hermano y un hijo para nosotros, que se llama Francisco.

- Ah, bueno... - Las chicas me salvaron y me llevaron hasta mi habitación. Sofía y Julieta, empezaron a armar mi valija, mientras que Bianca y Delfina me miraban. 

- Me van a adoptar - Ellas solo asintieron - ¿Eso es bueno o malo? - Delfina respondió que no sabía, mientras que Bianca movía la cabeza para los costado y para arriba y abajo. 

- Micaela, este es un gran cambio para vos- Respondió Delfina -. Pero no va a cambiar nada en nuestra relación. Vamos a seguir yendo a Teatro juntas y vamos a reunirnos en las cafeterías más seguido- Comentó ella, acercándose, mientras todas me abrazaban -. Piensa en esto como un buen cambio. Vas a tener una familia y, tal vez, más amigas. Y sobre todo, nos vas a tener a nosotras prácticamente viviendo en tu casa- Rieron todas. 

Ella tenía razón. Ese cambio era para mejor y le debería aprovechar al máximo. Con familia y con amigos. Es más, hasta me podría conseguir un novio. 



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Hola ermanitozzz!! Los que ya leyeron la novela, advierto que hay cambios ya que la estoy corrigiendo. 

Si ven algún error, avísenme. 

No se olviden de votar y comentar ;)

LOS AMOHDOROH <3<3, @walthina166

La Hermana de mi Mejor AmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora