"Toda mi vida he estado esperando el momento adecuado para decirte lo que siento".
Derek reconoció de inmediato aquella caligrafía que por tantos años había leído en los informes de los casos de la U.A.C. . Se sorprendió mucho, más al relacionar aquella nota que venía pegada en el sobre cellado con Spencer. Sabía perfectamente que esa era la letra del doctor, pero ¿A qué se refería con ello?
Puso el sobre bajo su brazo y revisó el buzón, pero ya no había nada más.
Intrigado y lleno de curiosidad por lo que había leído, Morgan se volvió hacia la casa de su madre y avanzó hasta la entrada, dónde se sentó en los escalones de ésta. Los pájaros cantaban como banda sonora y de vez en cuando pasaba alguno que otro chiquillo por la acera, montando su bicicleta o patineta.
Del bolsillo de su pantalón sacó las llaves de la casa y del auto y ayudándose de ellas, abrió el sobre con cuidado de no maltratar lo que contenía.
Dejó las llaves a su lado y metió la mano a éste; cerró el puño al sentir varios papelitos y los sacó para verlos mejor.
Todos ellos contenían algo escrito. Observó dentro del sobre y alzó ambas cejas asombrado al darse cuenta de que éste parecía estar lleno de esas pequeñas notas.
La primera que abrió decía:
"Una nota por cada día que no te dije nada"
-¿De qué hablas? Reid.- se murmuró, antes de continuar abriendo más papelitos.
Todos ellos tenían distintas fechas y no solían contener mucho escrito.
Su pulso comenzó a acelerarse conforme sus ojos recorrían aquellas líneas escritas por el genio. No daba crédito a lo que leía.
"Tengo muchos sentimientos por ti, pero actúo como si no pasara nada porque estoy muy asustado".
Sintió como su corazón daba un vuelco, y algo parecido a una descarga eléctrica le recorrió el cuerpo, erizándole la piel.
"No sé que me está pasando, no encuentro respuesta a ello en ningún lado".
"Amor se define como sentimiento de intensa atracción emocional hacia una persona con la que se desea compartir una vida en común. Yo no siento eso por ti...¿verdad? Eso sería imposible...¿No?".
"No sé cómo definir lo que sentí hoy cuando te vi bailar con esas chicas en el bar al que fuimos a cenar con el equipo. La forma en la que las veías y te movías con ellas... Me niego a decir que son celos, porque estoy seguro de que no lo son..."
"Desde cuándo mi pulso se acelera de esa manera cuando estoy contigo? Debo de estar enfermo".
"Los análisis...todo indica que estoy perfectamente bien. No entiendo. ¿Qué me está pasando?"
"Vivir sin tus caricias es mucho desamparo; vivir sin tus palabras es mucha soledad; vivir sin tu amoroso mirar, es muca oscuridad.
¿Por qué pienso en ti, Morgan, cada vez que leo este poema?"
Tuvo que detener un momento lo que leía para poder tranquilizarse. Su cabeza marchaba al mil por hora, encajando piezas del rompecabezas poco a poco, mientras su voz interior gritaba una pregunta tras otra sin poder responderlas.
Sintió la necesidad de seguir leyendo.
Y lo hizo.
"Tengo miedo"
"Te extraño cuando no puedo dormir o después de un café. Te extraño en el asiento del avión, a mi lado. Creí poder controlar esto pero no funcionó...me enamoré de ti".
Esa última frase provocó el "click" que completaba todo.
"¿Tú me extrañas como yo lo hago?"
"Me despedí de ti y me derrumbé a medida que te alejabas, sin embargo, nunca encontré las palabras para decirte quédate. Ahora ya es demasido tarde".
-Reid...- murmuró. Cada nota que leía, era como si Spencer se la dijera con su propia voz.
El genio siempre había sido mejor expresando lo que sentía por escrito que de viva voz.
"Antes de ti no tenía a dónde huír, nada a qué aferrarme y ahora...todo está bien desde que llegaste tú".
Esa nota era la más antigua de todos, la fecha era de cuando Spencer y Morgan comenzaban a esculpir y fortalecer su amistad.
"Cambia de opinión. Di que te quedarás. Quédate conmigo".
"Esto que siento es real pero no sé cómo actuar".
"Te extraño."
"Te necesito."
"Te amo."
No sabía si podía continuar leyéndo. Unas intensas ganas de llorar se habían apoderado de él. Sentía impotencia, ¿Cómo demonios no se había dado cuenta de ello? ¿Había sido tan estúpidamente ciego?.
Sólo entonces, hasta que leyó de su propio puño y letra, comprendió las miradas que Spencer le dedicaba mientras él fingía no darse cuenta, los sonrojos que aparecían en sus mejillas cada vez que le abrazaba o le decía "Niño bonito", o las sonrisillas tímidas que esbozaba cuando hablaba con él.
El genio había estado enamorado de él durante todo éste tiempo y Morgan había sido lo suficientemente idiota para no darse cuenta de ello.
Finalmente, sus manos encontraron dentro del sobre, una última carta, que era la más reciente de todas, con fecha de sólo unas semanas atrás.
"Se me va el aliento, por todos los errores que cometí al guardar todas esas cartas durante tanto tiempo. Ahora, estás lejos de mí, estadísticamente es posible que hayas reconstruido tu vida allá en Chicago. No he dejado de pensar en ti y no sé si deje de hacerlo algún día. Has tocado tan profundo en mí que me es difícil decir por escrito todo lo que siento ahora mismo. De todo corazón, Derek, espero que la persona con la que decidas compartir tu vida, sepa valorarte, y que se de cuenta de que tiene a la persona más hermosa del mundo entero /en todas las formas\. Ahora ya sabes todo lo que ocurría dentro de mi cabeza cada vez que me pillabas mirándote y yo te respondía con un "veía mi interior y tú te cruzaste en mi campo visual, Morgan".
Te pido perdón, con toda el alma, por haberte mentido durante tanto tiempo.
Esto es todo lo que nunca te dije.
Te amo.
Siempre tuyo.
Spencer Reid".
Continuará.
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Everything I didn't say
FanfictionMorgan se ha ido a vivir a Chicago con su familia. Su vida transcurre normal, hasta que un día recibe un sobre en el buzón de su casa, con una nota pegada que decía "Toda mi vida he estado esperando el momento adecuado para decirte lo que siento". S...