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-De verdad...- J.J. le miró frunciendo el ceño.- Estás bien? No quieres que vayamos a ver a un doctor?.-


Spencer soltó un pequeño gruñido, porque era la quinta vez que la rubia le preguntaba lo mismo.


-J.J. ya te he dicho cinco y con ésta seis veces que estoy perfectamente.- respondió mirándole.- Así como también te repito que una caida así no me trae consecuencias graves.-


La rubia asintió sin convencerse mucho de la "caída que tuvo cuando caminó por el suelo mojado y se resbaló".


Reid, aferrandose a la correa de su bandolera, cruzó el lugar hasta llegar al elevador, esforzándose por no hacer una mueca cuando daba las zancadas.


Y es que, bueno, había razón para que sospecharan un poco de él. Su andar había dejado de ser rápido para volverse un poco más calmado, su espalda no se encontraba completamente erguida y de vez en cuando, muecas de dolor aparecían en su rostro repentinamente cuando tenía que subir escaleras o sentarse.


No era que le doliera demasiado, simplemente era una pequeña molestia por "esas áreas" y la cadera. Pero a pesar de ello, no podía evitar que se le escapara una sonrisa cada vez que recordaba la razón de ese malestar.


Morgan no le perdía de vista ni un momento, a aveces reía divertido cuando escuchaba las maldiciones que el genio murmuraba cuando tenía que levantarse rápidamente o correr hacia alguna oficina, pero a pesar de que sus labios estaban curvados hacia arriba, sus ojos expresaban una profunda preocupación, porque creía que verdaderamente le había lastimado mucho.


-Estoy bien, Derek.- le había dicho Spencer.- Es lógico que...- sus mejillas se tornaron rosadas- Me duela...porque, naturalmente, el cuerpo masculino...-


Y el moreno se vio obligado a escuchar la explicación científica y fisiológica de la razón de la molestia de Reid, para que finalmente concluyera que estaba bien y que no era culpa de Derek, por que él /Spencer/ había decido que lo hiciera.


Los del equipo, si bien no dijeron nada al respecto, si miraban al doctor de manera curiosa, divertida y confundida. Ninguno se atrevía a cuestionarle porque habían visto la manera en la que le había respondido a Jennifer.


A excepción de García, que no dudó en hacer un comentario al respecto.


-Qué pasa, niño genio? Te divertiste mucho anoche?.-


Spencer se sonrojó hasta llegar al color de una fresa mientras apartaba la mirada. Y eso dijo demasiado para el equipo, el cuál se quedó en silencio.


García palideció y Derek fingió leer con esmero el expediente de un posible ignoto.

Everything I didn't sayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora